Descubrimiento de América


Resumen del Descubrimiento de América, Los Viajes de Cristóbal Colón. El 12 de octubre de 1492, hace poco más de cinco siglos, los españoles llegaron a nuestro continente en una expedición capitaneada por Colón. A su vez, el 12 de octubre se celebra el Día de la Raza.

Colón decidió demostrar que nuestro planeta no era plano, como muchos suponían, sino redondo. Navegando hacia el occidente, pensaba encontrar las islas de la Especiería, que están ubicadas al oriente, y hasta las cuales se llegaba en esa época bordeando las costas del África, en viajes muy largos y costosos, expuestos a constantes ataques de los piratas.

Viajó con sus hombres en tres carabelas. Sus ideas eran acertadas en cuanto a la forma de la Tierra, pero el tamaño del planeta era muy superior a lo que había calculado. Por eso, cuando encontró este Nuevo Mundo, pensó que había llegado a las islas que buscaba.

Los nativos de nuestro continente recibieron pacíficamente a aquellos hombres de piel blanca, que venían en naves extrañas, con vestimentas que ellos no conocían. Tal vez creyeron que eran dioses. Los llenaron de atenciones, les regalaron collares y adornos de oro, y les contaron que más al sur había reinos riquísimos, de calles pavimentadas con finas maderas y piedras preciosas.

Colón describió a los indígenas como “personas muy bien constituidas, con cuerpos apuestos y caras agradables”. 

Algunos historiadores sostienen que los vikingos estuvieron en nuestro continente antes que Colón. Leyendas y relatos también permiten suponer que los celtas, los vascos, otros pobladores de varias regiones de España y los portugueses conocían esta parte del mundo. Muchos afirman también que los árabes habían explorado parte del actual continente americano antes de 1492.

Lo cierto es que a partir de entonces, empezó la conquista de América. Colón, sin embargo, murió creyendo que había llegado a las Indias, por lo que llamó “indios” a sus pobladores.

BREVE BIOGRAFÍA.
Cristóbal Colón nació alrededor de 1451-1452 en el puerto italiano de Génova. Proveniente de una familia de tejedores, su cariño con el mar se inició cuando tenía 14 años.

Como aprendiz, viajo por las costas del Mar Mediterráneo y más tarde se incorporó a travesías más extensas por el Océano Atlántico.

A los 26 años de edad, ya había viajado por el Sur hasta la isla Madeira, y por el Norte hasta Islandia.

En 1477, se casó y se estableció en Lisboa – Portugal. Bajo el auspicio de Enrique El navegante, ese país había iniciado una expansión marítima en busca de riquezas que duraría 300 años. En sus exploraciones hacia el Sur por la costa africana, los portugueses habían descubierto dos mercancías de gran valor: oro y esclavos 



UN AMBICIOSO CRISTÓBAL COLÓN.
En tiempo de Colón se decía que las distantes tierras de la India, de la China y de Japón eran ricas en especias, sedes, piedras preciosas y, en especial oro. Sin embargo, no se tenía certeza de que estos países existían en realidad, pues nadie, desde que el navegante veneciano Marco Polo, hacia 200 años, había estado allí.

Marco Polo había escrito detalladamente esas tierras en un libro. Esa obra era la base del conocimiento europeo de dichos territorios.

Siendo un lujo tener libros, el marino Genovés contaba con su propio ejemplar. Él pensaba que como la tierra era redonda, navegaría hacia Japón se localizaba a 4.500 Kilómetros al oeste de las islas Canarias.

En 1484, presento su Plan al Rey de Portugal, quien lo acepto porque estaba más interesado en áfrica. Entonces, viajó a España, donde llegó a un acuerdo con los Reyes Católicos (Capitulaciones de Santa Fe, 17 de abril de 1492). Se le otorgaron los títulos de virrey y Almirante de las tierras que descubriera y derechos económicos en las empresas que organizara.

LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE.
Después de muchas tentativas de que intercediera favorablemente de nuevo el monasterio de La Rábida y fray Juan Pérez, los Reyes Católicos, en un acto personal, no científico, decidieron respaldar el plan colombino. El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe o documento-contrato, que estipulaba las condiciones en que Cristóbal Colón haría el viaje descubridor. 



El documento tiene dos partes, un preámbulo sorprendente que dice así: "Vuestras Altezas dan e otorgan a don Cristóbal Colón en alguna satisfacción de la que ha descubierto en las Mares Océanas y del viaje que agora, con el ayuda de Dios ha de fazer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que se siguen". 

Ese "ha descubierto" es, para los partidarios de la teoría del Predescubrimiento, la prueba documental decisiva, ya que Colón se atribuye, antes de 1492, descubrimientos en el océano que ahora transfiere a los Reyes Católicos, en virtud de lo cual estos le corresponden dándole una serie de privilegios, que forman la segunda parte del documento:

1º) El oficio de almirante de la Mar Océana, vitalicio y hereditario, en todo lo que descubra o gane, y según el modelo del almirante mayor de Castilla.

2º) Los oficios de virrey y gobernador en todo lo que él descubra o gane. No se habla de hereditariedad. Para cubrir los cargos en las Indias, puede proponer terna a los reyes para que estos escojan.

3º) La décima parte de todas las ganancias que se obtengan en su almirantazgo.

4º) Que todos los pleitos relacionados con las nuevas tierras los pueda resolver él o sus justicias. Este punto nunca se cumplió porque estaba condicionado a los precedentes castellanos.

5º) El derecho a participar con la octava parte de los gastos de cualquier armada, recibiendo a cambio la octava parte de los beneficios.

Con este documento capital y otras mercedes, se dirigió a la villa de Palos a preparar la flota descubridora.

EL PRIMER Y EL GRAN VIAJE.
Tres embarcaciones, Pinta, Niña y Santa María; un presupuesto de unos dos millones de maravedises; y alrededor de 90 hombres, reclutados con la ayuda inestimable de los hermanos Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón, formaron la flota descubridora más trascendental de la historia. El 2 de agosto de 1492, Cristóbal Colón mandó embarcar a toda su gente, y al día siguiente, antes de salir el sol, dejaba el puerto de Palos.

La primera escala fueron las Canarias, donde tuvieron que arreglar el timón de la Pinta. El 6 de septiembre con el alisio ventando a favor, Colón marcó rumbo al oeste. Comenzaba la gran travesía. Su objetivo era el Cipango (la actual India), y advirtió a la tripulación que nadie se inquietase hasta haber navegado 700 leguas. A partir de esa distancia, no habría que navegar por la noche. Por si faltaba algo, sin embargo, decidió llevar dos cuentas sobre las distancias recorridas: una secreta o verdadera (sólo para él), y otra pública o falsa, en la que contaría de menos.

El día 13 de septiembre, descubrió la declinación magnética de la tierra; y el 16 llegaron al mar de los Sargazos. A partir del 1 de octubre se da cuenta de que algo falla. El 6, ya han sobrepasado las 800 leguas y no hay indicios de tierra. Durante la noche del 6 al 7 de octubre, se produjo el primer motín entre los marineros de la Santa María.

Los hermanos Pinzón apoyaron a Colón y lo sofocaron. Sin embargo, en la noche del 9 al 10 de octubre el malestar se extendió a todos, incluidos los propios Pinzón. Acordaron navegar tres días más y al cabo de ese tiempo si no encontraban tierra regresarían. No hizo falta: en la noche del 11 al 12 de octubre el marinero Rodrigo de Triana lanzó el grito esperado: "¡tierra!".

Al día siguiente (12 de Octubre) desembarcaron en la isla de Guanahaní (que ellos bautizaron como San Salvador), actual isla de Watling, en el archipiélago de las Bahamas, y tomaron posesión de la nueva tierra en nombre de los Reyes Católicos.

El 28 de octubre, arribaron a Cuba, y el 21 de noviembre se apartó de la flota Martín Alonso Pinzón. El 6 de diciembre llegaron a la isla de La Española; y el 24 encalló la Santa María, con cuyos restos y la ayuda del cacique de la zona, Guacanagarí, construyeron el fuerte de la Navidad. Tras dejar a 39 españoles ahí, siguieron la costa, encontraron a Martín Alonso Pinzón (6 de enero), y navegaron hasta la costa de Samaná. Desde esta zona, el 16 de enero de 1493, el almirante dio la orden de regresar a España. El viaje fue tranquilo hasta llegar a las Azores, donde sobrevino una fuerte tormenta (12-15 de febrero) que forzó a la Pinta a separarse del almirante y arribar a Bayona (Pontevedra).

Otra tempestad, cerca de Lisboa (4 de marzo) obligó al descubridor a desembarcar en Portugal. El 15 de marzo, don Cristóbal, al mando de la Niña, entraba triunfal en Palos. Martín Alonso lo hacía con la carabela Pinta pocas horas después. Llegaba muy enfermo, y a los pocos días murió. Tras el éxito descubridor, don Cristóbal informó a los Reyes, que estaban en Barcelona, se dirigió a su encuentro y fue recibido por ellos con todos los honores. Para anunciar el acontecimiento a toda la Cristiandad, escribió la famosa Carta de Colón.

EL SEGUNDO VIAJE.
El 25 de septiembre de 1493, el almirante zarpó de Cádiz al mando de 17 navíos y unos 1.200 hombres, portando las primeras simientes y ganados. Al salir de las Canarias, Colón puso rumbo más al sur que en el primer viaje para llegar al paraje que denominó la entrada de las Indias, en las pequeñas Antillas. Después de descubrir la isla de Puerto Rico, llegó hasta el fuerte de la Navidad y comprobó que había sido destruido y los españoles muertos.

Fundó laprimera ciudad de América, la Isabela. Recorrió la costa sur de Cuba, llegó a Jamaica, y a finales de 1494 descubría América del Sur (Cumaná), aunque lo ocultó hasta el tercer viaje. Comenzaba el poblamiento de La Española, las diferencias entre españoles y los levantamientos de los indios.

A partir de 1495 empezaba el desprestigio del Nuevo Mundo, siendo el grito más escuchado entre españoles: "Así Dios me lleve a Castilla". El 11 de junio de 1496 arribó a Cádiz con la intención de contrarrestar la mala propaganda de las Indias. Llegaba vestido con un sayal de fraile franciscano.

EL TERCER VIAJE.
Costó mucho organizar la tercera flota colombina. Las Indias ya no atraían tanto y faltaban tripulantes. Incluso se dio poder a Colón para que embarcara a delincuentes. Ocho navíos y 226 tripulantes componían la flota, que dejó Sanlúcar de Barrameda entre febrero y el 30 de mayo de 1498. Desde Canarias, siguió a Cabo Verde y una latitud más al sur que las anteriores navegaciones, lo que le hizo sufrir una zona de calmas. Descubrió la isla de Trinidad; recorrió la costa de Paria, donde situó solemnemente el entorno del Paraíso Terrenal. Camino de La Española divisó la isla Margarita, donde se pescaban las perlas, para llegar el 20 de agosto a la nueva capital de las Indias, Santo Domingo.

La situación en que encontró a la colonia era grave: la mayoría de los españoles, encabezados por Francisco Roldán, se había rebelado contra la autoridad de los Colón. La llegada del virrey no resolvió el problema.

Las quejas contra la familia Colón, agravadas con algún que otro proceder dudoso del Almirante, como ocultar el criadero de perlas de Margarita y Cubagua, llegaron a la corte y los reyes decidieron destituirlo. El 23 de agosto de 1500, Francisco de Bobadilla entraba en el puerto de Santo Domingo para sustituir al virrey y gobernador. Hubo cierta resistencia por parte de los Colón, lo que explica algo la dureza de Bobadilla. A primeros de octubre de 1500, Cristóbal, Bartolomé y Diego Colón regresaban a España cargados de cadenas.

CUARTO VIAJE.
Los monarcas sintieron el mal trato dado a su almirante, algo lo desagraviaron, pero no lo repusieron en sus oficios perdidos. Prometieron que lo harían, mientras le encargaban el cuarto viaje. Con cuatro navíos y 150 hombres partió de Cádiz el 11 de mayo de 1502. El objetivo era encontrar un paso que permitiera llegar a la Especiería ya que Colón seguía creyendo que la zona antillana era la antesala de Asia.

Para atravesar el Océano, siguió una ruta parecida al segundo viaje. Llevaba orden de no detenerse en Santo Domingo. Atravesó el Caribe hasta el cabo de Honduras; siguió hasta el de Gracias a Dios y recorrió la costa de Panamá. No encontró lo que buscaba: ni paso, ni oro, ni especias, pero en cambio sí tuvo muchas penalidades y sufrió la pérdida de dos barcos.

El 1 de mayo de 1503 ponía rumbo a La Española, pero se vio obligado a recalar en Jamaica, en la bahía de Santa Ana, donde tuvo que encallar los dos barcos y esperar. La hazaña de Diego Méndez y Bartolomé Fiesco logrando llegar en dos canoas desde Jamaica a La Española logró salvarlos. El 28 de junio de 1504, dejaban Jamaica y el 12 de septiembre, en dos navíos, se dirigían a España. Después de arribar a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504, fracasado y enfermo, siguió hasta la corte y reclamó infructuosamente sus derechos. Murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid.

CONSECUENCIAS DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRCA
La llegada de Cristóbal Colón a América está considerada como uno de los hechos más importantes de la historia universal por las consecuencias que tuvo y debe relacionarse con el primer viaje alrededor del mundo realizado por la tripulación de Fernando de Magallanes pocos años después, que abrió paso a la conquista del mundo por parte de Europa.

CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO
La llegada de Cristóbal Colón supuso el comienzo de la conquista de América, cuya primera campaña fue la de Cuba (por Velázquez), a la que siguió la del Imperio mexica (por Hernán Cortés), la del Imperio inca (por Francisco Pizarro), etc, hasta su finalización definitiva tras los decretos de Felipe II de abolición de la conquista.

A partir de aquí comenzará la llamada «colonización de América», abierta por holandeses, franceses, etc, cuya diferencia radica en el hecho de no establecerse por campañas, sino por factorías de interés comercial (contrario a la Monarquía hispánica, con deseos de crear otras Españas en todos los sentidos, tanto jurídicamente, administrativamente, etc.).

El contagio de las enfermedades que los europeos llevaron consigo (viruela, tifus, fiebre amarilla, etc.) produjo un colapso de la población americana que produjo un gran impacto en la mortandad. Igualmente vinieron enfermedades de las Américas como la en su día temida sífilis (que diezmó la población europea desde las posesiones españolas en Italia en 1494).

Los idiomas posteriores que se impusieron obligatoriamente fueron el idioma español y portugués en sus respectivas zonas de influencia y la religión católica pasó a ser oficial; se generó una población con altos niveles de mestizaje genético y cultural entre pueblos originarios, africanos subsaharianos, y los europeos.

La principal riqueza generada por los territorios españoles y colonias portuguesas en América fue la extracción del oro y la plata. En los primeros 150 años de conquista, 17 000 toneladas de plata y unas 200 toneladas de oro arribaron a España.

Otra importante consecuencia de la llegada de los europeos a América, fue la difusión mundial de los alimentos que habían sido desarrollados por las culturas americanas y que hoy se estima constituyen el 75% de los alimentos consumidos por la Humanidad, entre ellos el maíz, la batata, la calabaza, el tomate, el chocolate, el cacahuate o maní, la vainilla, los ajíes, la palta o aguacate, todos estos originarios de Mesoamérica, con justa razón nombrada por los conquistadores «el cuerno de la abundancia», y la papa (o patata como se denomina en España) originaria de los pueblos nativos de los Andes. Otros productos importantes desarrollados en América son la goma y el tabaco.

Por otro lado, los españoles primero y los europeos después llevaran consigo a América animales tan útiles como los caballos, los burros, los asnos y demás ganado como las vacas castellanas, los bueyes, las ovejas y animales de granja como los cerdos, las gallinas / gallos, los conejos... Así como ciertos árboles frutales, la cebada, la avena, el centeno y el trigo de la Península Ibérica y la caña de azúcar de la islas Canarias o Madeira, que tanto éxito tuvo en el Caribe o el mismísimo café de las colonias portuguesas en África.24

La llegada de Colón a América causó también una gran expansión de la navegación y el comercio entre pueblos que se volvió mundial.


Los colonos ingleses en América terminaron organizando a partir de 1776 un nuevo tipo de sociedad a partir de conceptos novedosos como independencia, constitución, federalismo y dieron origen a los Estados Unidos que, en el siglo XX, reemplazaría a Gran Bretaña como potencia mundial dominante.

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