CULTURA LIMA
Nuestra ciudad capital,
Lima, fue el escenario del desarrollo de una de las civilizaciones más
enigmáticas de las que se han identificado para el período de tiempo que se
desarrolló entre los años 200 y 700 d.C.: la Cultura Lima.
Dueños de un medio
geográfico dadivoso y rico supieron aprovechar de manera responsable los
recursos naturales.
En aquel tiempo, Lima
distaba mucho de lo que vemos en la actualidad y, aunque no se crea, tampoco
era todo terreno de cultivo: la realidad era más compleja y Lima tenía una
conjunción de ecosistemas que la hacían un precioso paraíso en medio del
desierto.
No se trataba sólo de
extensas áreas de tierras de cultivo con las sencillas viviendas de los
pobladores lima, además de ello teníamos bosques de guarangos, taras, molles y
diversos árboles frutales; las numerosas acequias y canales abiertos formaban
su propio bosque ribereño y además los humedales se extendían en la
desembocadura de los ríos y sobre todo en la zona sur de Lima, en los actuales
distritos de Chorrillos y Villa el Salvador hasta la desembocadura del río
Lurín.
El mar en ese tiempo no
se encontraba contaminado y la presión sobre la biomasa marina era menor: había
gran abundancia de recursos provenientes del mar, va a ser precisamente la
explotación del recurso marino lo que va a permitir el gran desarrollo de la
civilización de los lima.
Los lima no vivían
aislados: existían varios pueblos desarrollándose en ese mismo tiempo y al
parecer los antiguos limeños no fueron muy afectos a contactarse con sus
vecinos, permanecieron mucho tiempo cerrados al resto del mundo andino y sólo
al final de su historia empezaron a intercambiar con sus vecinos, Al norte
teníamos a los moches, al sur a los nazcas. Pero estos pueblos al parecer, no
tenían mayor interés de entrometerse en los asuntos de los lima, sólo al final
de estas sociedades existiría un contacto que les permitió que se desarrollen
ciertas influencias en el arte y los rituales entre ellos.
Historia.
La cultura Lima aparece
entre los siglos 100 y 550 d.C. durante el intermedio temprano, y es coetánea
con Moche y Nazca. Entre los años 150 y 650 años d.C. La cultura Lima atravesó
por muchos cambios. Un indicador de este proceso se puede apreciar en la
cerámica. El estudioso e investigador Patterson planteó 9 fases de desarrollo.
Esta secuencia, aunque ha sido observada en varias oportunidades, aún sigue
siendo utilizada, por lo menos para identificar un Lima Temprano (150-300 años
d.C.) un Lima Medio (300-500 años d.C.) y un Lima Tardío, conocido también como
Maranga (500-650 años d.C.)
Se trataba de un pueblo
agricultor organizado en jefaturas, cada una manteniendo sus propias
costumbres. La cultura Lima tiene numerosas construcciones en adobe, sin
embargo, poco se ha podido concluir sobre su organización social. Se conoce que
la población Limeña se organizó inicialmente como segmentos sociales ocupando
distintos asentamientos del Litoral y especializados en una economía marítima
para después, orientarse, paulatinamente, a la producción agrícola a partir del
desarrollo de sistemas de irrigación valle adentro.
La cultura Lima recibió
influencias de culturas norteñas, sureñas, del Callejón de Huaylas y de la
sierra sur, pero generando a la vez sus propios patrones culturales como el
diseño de la cerámica y pintura mural. Estos patrones fuertemente distintivos,
sobre todo hacia las etapas tardías, junto con la presencia de grandes
estructuras piramidales asociadas a sistemas de canales y a extensas áreas
agrícolas, son tomados como razones para plantear la hipótesis de un Estado
Lima en expansión.
UBICACIÓN
GEOGRÁFICA.
Se extendió a través de
los valles de Chancay y Turín. Al ser una cultura costeña se encontraban a la
altura del nivel del mar.
Siendo coetánea de
Moche, Nazca, Recuay y Huarpa. Los sitios principales de esta cultura los
encontramos en Ancón -lugar intensamente poblado donde la población se dedicó a
la pesca y al cultivo al margen del sur del río Chillón-, Ventanilla (Playa
Grande o Santa Rosa) y el bajo Chillón. La sociedad Lima se desenvolvió en los
valles bajos y medios de los ríos Chancay, Chillón, Rímac y Turín.
CERÁMICA
La alfarería Lima
cumplió funciones tanto domésticas como rituales. La doméstica fue simple, de
una pasta marrón oscura muy porosa y sin mayor acabado de superficie. Destacan
las ollas, cántaros y cuencos, cubiertos con abundante hollín y los platos o
grandes tazones destinados al servicio de alimentos. Las vasijas más finas
fueron hechas con una pasta naranja bien cocida, como grandes cántaros, fueron
usados para almacenar agua, chicha u otros productos Estos se encontraban
pintados de colores negro, rojo y blanco. También se encuentran vasijas de
pasta plomiza monocromas.
La cerámica de la
cultura Lima hace uso de dos estilos diferentes: El interloking y el Maranga.
El primero se caracterizó por tener como motivo principal una serie de figuras
entrelazadas entre sí en forma de serpiente con figuras geométricas como líneas
y puntos. El estilo Maranga se caracterizó por presentar triángulos y círculos,
con colores rojo, naranja, blanco y negro.
Taza de estilo Playa
Grande, con decoración "interlocking".
Botella escultórica de
estilo Nieveria que representa una serpiente.
ESTILOS
DE LA CERÁMICA
En 1964 Patterson
subdividió este desarrollo cerámico de la cultura Lima en nueves estilos, los
siete primeros correspondientes al estilo interlocking y los dos últimas al de
Maranga:
- La fase Lima 1 se
caracterizó por producir cántaros grandes y platos, con decoración en blanco y
negro o bruñida.
- La fase Lima 2 se
encuentran ollas con cuello recto y platos, y a las primeras se les aplica un
engobe blanco o rojo sobre la superficie.
- En la fase Lima 3
predominan los vasos de lados rectos, cántaros grandes, platos, etc.
- En la fase Lima 4
aparece un nuevo tipo de olla con borde plano, con decoración pintada.
- Para la fase Lima 5
se presentan principalmente los platos de lados curvos, ollas con borde plano y
cántaros mamiformes y el motivo recurrente es la serpiente entrelazada
(interlocking).
- En la fase Lima 6
predominan cántaros grandes.
- La fase Lima 7 tiene
ollas con cuello curvo y cántaros con cuello expandido, entre otros, con
decoración de triángulos y serpientes entrelazadas pintadas.
- En la fase Lima 8 se
repiten formas anteriores, con decoración de triángulos, bandas anchas de
colores y líneas blancas delgadas pintadas.
- En la fase Lima 9
repite formas anteriores y se encuentra la culebra entrelazada en la
decoración.
ORGANIZACIÓN
POLÍTICA.
Aunque no existe
consenso entre los diversos investigadores para caracterizar el tipo de
organización política de los Lima, se puede constatar que existió una fuerte
diferenciación social, representada en la jerarquía de los asentamientos, desde
las agrupaciones de viviendas de carácter rural, edificios pequeños aislados,
centros medianos compuestos por dos o tres edificios, extensos asentamientos
urbanos con varias pirámides, plazas, campos agrícolas, grupos de viviendas,
etc.
Es muy probable que la
sociedad Lima haya alcanzado un alto nivel de desarrollo y que tuviera un
gobierno estatal centralizado. Un gran establecimiento como Maranga, el sitio
más extenso y complejo de la sociedad Lima, habría ejercido el control sobre
los curacazgos menores en el valle. Y dentro de dicho complejo, la Huaca San
Marcos fue el edificio más voluminosos y complejo.
Patrón
Funerario
Los entierros de la
cultura Lima son a la vez singulares y suntuosos. Los Lima tuvieron la
costumbre de enterrar a sus muertos en posición extendida, con los brazos
pegados a ambos lados del cuerpo, recostados en una cama de cañas, envueltos en
tejidos llanos, amarrados en camillas hechas con troncos o cañas. En los lados
de la cabeza colocaban como ofrendas vasijas y mates el sujeto era enterrado
boca abajo (para la etapa interlocking) con la camilla sobre la espalda,. Los
entierros más ricos, como los descubiertos en Playa Grande cerca de Ancón,
contenían loros selváticos, Spondylus de mares ecuatorianos, cuarzo rosado,
jadeíta, turquesa, lapislázuli y obsidiana.
Curiosamente, se han
encontrado sólo tres casos de entierros en Cerro Culebra, en los que figurillas
de formas humanas estaban asociadas al difunto, en este caso niños. Estas
figurillas no tienen mayores detalles, ni muchos rasgos faciales o corporales.
Su reducida cantidad hace pensar que reflejaron una característica familiar o
étnica de los difuntos.
TEXTILERÍA.

Las decoraciones
prevalecientes son las mismas de la cerámica: figuras de peces, serpientes y
líneas diversas, entrelazadas. En la época de Maranga se usa un mayor número de
colores en comparación con la alfarería. Aparecen el azul, gris, verde, pardo y
varios tonos de rojo.
En dicha época surgen
también tapizados (por primera vez en la costa central), y el brocado y el
pintado en tela.
Lumbreras
Acota (1969:191-191):
"Los
tejidos sugieren un cierto desarrollo tecnológico. Existe tanto el tejido llano
como el tapiz. El brocado es raro y muchas telas son pintadas solamente,
mientras que las tapicerías son decoradas con hilos de tramas multicolores. Se
conocen varios colores, de los cuales los principales son el blanco, el rojo,
el amarillo, el azul, el verde y cierto tipo de gris, además del negro. Los
diseños son generalmente de peces entrelazados, semejantes a los de la cerámica
y de cruces y otros diseños geométricos, tales como escalones con sus
combinaciones. Hay el diseño de unos peces individuales, no entrelazados"
Alfarería
La alfarería cumplió
funciones tanto domésticas como rituales. La doméstica fue simple, de una pasta
marrón oscura muy porosa y sin mayor acabado de superficie. Destacan las ollas,
cántaros y cuencos, cubiertos con abundante hollín y los platos o grandes
tazones destinados al servicio de alimentos. Las vasijas más finas fueron
hechas con una pasta naranja bien cocida, como grandes cántaros, fueron usados
para almacenar agua, chicha u otros productos Estos se encontraban pintados de
colores negro, rojo y blanco. También se encuentran vasijas de pasta plomiza
monocromas.
Arte
Plumario
El arte plumario fue
una de las actividades artísticas característica de los limas. Consistía en la
fijación de plumas pintadas o seleccionadas en diferentes colores (rojo, verde,
negro, azul y amarillo), eran cosidas dentro de un esquema de diseño que le da
al manto una belleza extraordinaria. Las plumas son principalmente de aves
marinas, loros, guacamayos y otras especies de los valles interandinos,
obtenidos del intercambio comercial interregional. Estos tejidos emplumados
eran de uso exclusivo de los señores encargados del culto o del gobierno.
Cestería
Otra actividad
artística con técnica notablemente desarrollada fue la cestería.
El arqueólogo Ernesto
Tabío, que realizó excavaciones en Playa Grande, ha señalado que este “fue un
pueblo notablemente cestero” (1955). Efectivamente, encontró una extraordinaria
cantidad de cestos, con gran
Variedad en sus
técnicas de construcción, motivos de decoración, tamaño y formas.
Metalurgia
y Metalistería
Tuvieron poco
desarrollo, pues la mayor parte de los útiles de uso diario y los instrumentos
de labranza y de caza fueron hechos de hueso o madera. No obstante, se han
encontrado algunos objetos de oro, plata y cobre, tales como discos de adorno
personal, pinzas depilatorias, pulseras, tupos y punzones, así como cinceles y
cabezas de mazas hechas de bronce.
ARQUITECTURA.
La arquitectura de la
cultura Lima tiene como rasgo fundamental el uso de adobes modelados a mano y
secados al sol, presente en las terrazas, rampas o paredes de las estructuras.
Los complejos monumentales son típicos de la cultura Lima, estructurados en
torno a plazas y a una zona habitacional adyacente, de la cual no quedan
vestigios en la actualidad. Los complejos arquitectónicos de esta cultura son
Cerro Trinidad, Cerro Culebra, Puente Piedra, Media Luna, La Uva y Playa
Grande.
Cerro Culebra, uno de
los centros más conocidos del Chillón, está ubicado en la margen norte del río
Chillón, a 3 Km. del mar. Cuenta con un edificio de forma trapezoidal y una
zona doméstica en sus alrededores construidas con quincha (cañas y barro) y
cantos rodados.
Este sitio destaca por
sus pinturas murales de peces entrelazados. Las últimas investigaciones han
encontrado tres superposiciones en el edificio, el cual se trataría de un
palacio. Además se encontró un gran muro construido íntegramente con adobitos
en el sitio arqueológico de Pucllana, en Lima. Dicha estructura delimita una
plaza ceremonial delante de la pirámide principal, construida, también,
enteramente usando adobitos.
Templo
Cerro Culebras
La huaca situada en las
faldas del Cerro Culebras, en la margen derecha del Chillón, es un hermoso
edificio de forma piramidal, constituido por varios cuerpos que se escalonan
hasta rematar en una plataforma superior a la que se asciende por medio de una
escalinata central.
En dicha plataforma
existía un mural, de aproximadamente 65 m de largo, que representaba un
conjunto de peces o serpientes entrelazadas en el más puro estilo Playa Grande.
La composición, como es característica de ese estilo, acusaba la influencia del
arte textil en la geometrización de los diseños y en el escalonamiento de
ciertas líneas que rememoraban el entrecruzamiento de las tramas y urdimbres
textileras.
Los dibujos estaban encerrados por gruesas líneas oscuras que delimitaban
las áreas de color, pintadas con ocres, sepias, naranjas, rojos y blancos y
hacían resaltar las figuras contrapuestas y complementarias de los extraños
seres a quienes, quizás, rendían culto los "limeños" de la época.
La pirámide de Cerro
Culebras está encerrada dentro de un amplio recinto, en cuyo lado izquierdo
existen restos de habitaciones de planta rectangular que posiblemente fueron
sede de los servidores del monumento.
Huaca
Trujillo
La Huaca Trujillo está
situada en la margen derecha del río Rímac, cerca de la antigua población de
Cajamarquilla, y es llamada así porque su forma de pirámide tronco-cónica
recuerda la típica volumetría de los monumentos Moche de la costa norte. Es
posible que efectivamente haya habido influencia Moche durante los primeros
tiempos del desarrollo de la cultura Lima.
La Huaca Trujillo, por
lo temprano de su edificación, debe haber conformado parte de la primera
ocupación de Cajamarquilla, constituyendo el centro de un conjunto de pequeñas
construcciones que existen en las cercanías.
La construcción durante
esta etapa de la cultura Lima fue bastante heterogénea, estando al parecer en
busca de una expresión propia que le permitiera satisfacer las necesidades
técnico-funcionales que planteaba la arquitectura de los nuevos monumentos.
Tenemos así que como materiales constructivos se usaban desde piedra rústica
hasta tapiales, pasando por adobitos de distinta forma y tamaño. En general,
los grandes edificios eran construidos mediante gruesos elementos de contención
que encerraban masas de relleno para conformar plataformas tronco cónicas,
sobre las que se construían otras en forma escalonada, complementándose la
construcción con el empleo de tapiales y adobes.
Los edificios menores,
para fines habitacionales o de servicios, se siguieron construyendo en la forma
ya descrita para los inicios del Periodo.
Luis Stumer (1954), al
aplicar a la cultura Lima el esquema de clasificación que Richard Schaedel
(1951) había elaborado para los centros ceremoniales y poblacionales de la
costa norte, llegó a determinar varios patrones de asentamientos que podemos
reducir a los siguientes ejemplos (Agurto Calvo y Pazos 1982):
Pirámides
escalonadas
Las Huacas o monumentos
religioso-administrativos de la cultura Lima son, esencialmente, pirámides
escalonadas de planta rectangular y sección trapezoidal, Están conformadas por
varios cuerpos tronco-piramidales que se enciman uno sobre otro, en orden volumétricamente
decreciente, de manera que establecen un juego de terrazas perimétricas y
producen la impronta que es característica de los monumentos Lima.
Los volúmenes de esos
cuerpos son siempre largos y achatados, siendo la superposición de varios de
ellos la que origina la monumentalidad del conjunto. Esta se acentúa cuando en
alguno de los lados de las pirámides los volúmenes parciales no se retiran para
formar terrazas escalonadas, sino que se ordenan de acuerdo a la inclinación de
la pared de la base formando un impresionante talud de muchos metros de altura.
Frecuentemente de la masa piramidal, de planta sensiblemente rectangular, se
proyectan unas cortas y bajas plataformas, a veces muy amplias, que parecen ser
atrios de ingreso al monumento o escenarios para la realización de actos
rituales.
Aparentemente el acceso
a la plataforma superior no se realizó directamente mediante grandes rampas o
escaleras como en las pirámides Moche, sino por intermedio de un sistema de
circulaciones verticales que paulatinamente iba ascendiendo de un nivel a otro.
En la terraza superior de la pirámide se encontraban las construcciones
destinadas al culto y en las plataformas inmediatas deben haberse situado las
edificaciones destinadas a alojar a los encargados de administrar las funciones
cívico-religiosas del monumento, así como los almacenes y depósitos del mismo.
En los flancos
inferiores de las pirámides existen restos de pequeños y ricos cementerios
Lima, con ofrendas cerámicas de tipo Playa Grande y Maranga, y en los
alrededores de muchos de dichos monumentos se hallan extensas zonas de
entierros pobres con asociaciones del estilo Blanco sobre Rojo, pertenecientes,
según parece, al común dominado por la aristocracia gobernante.
Las pirámides están
conformadas por grandes masas constructivas sin ningún vacío en su interior; en
las excavaciones practicadas por Jijón y Caamaño (1949) y Alfred Kroeber
(1951), no se halló vestigio alguno de la existencia de cuartos o galerías
subterráneas en el seno de los monumentos. Como ya se ha indicado, el método de
construcción empleado consiste en la edificación de volúmenes
tronco-piramidales que se superponen reduciendo sus dimensiones conforme crece
el edificio. Los elementos de contención de los cuerpos piramidales están formados
por gruesos muros de sección trapezoidal, constituidos con pequeños adobes
asentados con espesas capas de barro.
Los típicos adobitos
Lima o Maranga tienen en promedio de 18 cm. de altura, 13 cm. de ancho y 8 cm.
de espesor y usualmente se aparejaban poniéndolos verticalmente de canto, como
libros en una estantería, aunque también se les usaba colocándolos
horizontalmente sobre el canto mayor. Cada tres o más hiladas de adobitos
puestos de canto se colocaba una hilera de adobes asentados sobre el lado más
ancho, a la manera de un aparejo de soga, con la finalidad de reforzar,
trabándoles horizontalmente, las masas de adobitos de canto. La yuxtaposición
en profundidad de estas hiladas de adobitos permitía construir los voluminosos
elementos de contención que constituían los muros perimétricos de los recintos
que, rellenos con piedras y barro, conformaban las plataformas piramidales.
Obviamente, las
construcciones menores edificadas sobre las terrazas de las pirámides tenían el
mismo patrón de diseño y construcción que caracterizaba a las viviendas de los
Lima o sea muros de adobe y techos de madera, carrizo y barro.
La cultura Lima
desaparece alrededor del 700 d.C. Su desaparición, casi súbita, parece haberse
debido a una invasión, probablemente de los Wari, que destruyó muchos de los
monumentos Lima. Max Uhle (1908) sostiene que el Centro Ceremonial de Maranga
fue destruido en esa forma y que el Santuario de la Huaca Aramburú muestra
indicios de haber sido arrasado violentamente, y de que la cerámica que se encontraba
en su interior fue rota exprofeso y sus restos esparcidos por los alrededores.
Las
Tumbas
Alfred Kroeber,
entusiasta arqueólogo estadounidense, realizó trabajos muy laboriosos, que al
fin coronó sus esfuerzos. Encontró tres tumbas. Uno de los cadáveres que
parecía pertenecer a un régulo estaba bien cuidado y ornamentado, en tanto que
otro, parecía decapitado, con los brazos mutilados y por último el tercer
cadáver, estaba descuartizado.
Los entierros se hacían
en hoyos de cierta latitud, para que pudiera contener el cadáver extendido de
cúbito dorsal.
Los entierros de Playa
Grande y Maranga ostentan pocas ofrendas. En cambio estaban acompañados de muñecos
de trapos que obedecería a fines rituales, también acompañan al cadáver unas
canastas.
Los tejidos sugieren
cierto desarrollo artesanal.
Asimismo, los entierros
prueban fehacientemente que los Lima creían en una existencia ultra terrena,
pues los muertos eran enterrados con una serie de objetos que les hiciera
llevadera la vida en el más allá y a los jefes y dignatarios se les enterraba junto
con sus mujeres y siervos. Esta costumbre fue reemplazada por la de acompañar
al difunto con muñecos o idolillos, de trapo o arcilla, en sustitución de los
sacrificios humanos originales. Los muertos antes de ser enterrados eran
expuestos a la intemperie por largos periodos, posiblemente para lograr la
desecación de los restos, y se les sepultaba extendidos en parihuelas de
madera, fuertemente sujetos a ellas y envueltos en largos lienzos de algodón.
El cadáver generalmente estaba tendido boca abajo pero en algunos casos se les
encontraba de espaldas, siendo posible que la posición marcara una diferencia
de rango o alcurnia.
Los entierros de los
hombres y mujeres de la cultura Lima resaltan por su sencillez y carácter
extremadamente humilde, al parecer existe una concepción en la vida de esta
gente que exige una vida humilde, la cual se manifiesta también en la manera
como ellos se presentan a la otra vida, a la cual con certeza esperaban llegar
pues se enterraban acompañados de algunas ofrendas de objetos utilitarios.
Un entierro de la
cultura Lima típico consiste en un cuerpo extendido envuelto en telas sencillas
portando talvez alguna vestimenta o prendas en la cabeza como vinchas que son
colocados sobra una camilla de cañas y madera; esto se deposita en la tumba
acompañado de algunos objetos que la persona usó en vida o de vasijas en
miniatura.
Esto no debe llevar a
pensar que Pucllana fue un cementerio, pero, el extremo sur de la pirámide
funcionó como tal, al parecer esta parte del edificio antes de ser remodelada
sirvió de cobijo a miembros de la elite que tuvieron el privilegio de ser
enterrados allí.
Pero, hay otro tipo de
entierros: los sacrificios humanos. Antes de empezar el relleno de las
construcciones se realizan sacrificios humanos de mujeres jóvenes y sus cuerpos
(en ocasiones mutilados o decapitados) se depositan sobre los pisos, en algunos
casos se tiene también sacrificios de niños pequeños. Estos entierros no son
colocados en camillas ni poseen ofrenda alguna, ya que, ellas mismas son las ofrendas
a la arquitectura.
RELIGIÓN
Poco se sabe de la
religión que profesaban los Lima, pero a juzgar por la decoración de ceramios y
textiles ella debe de haber estado relacionada con el mar, como solía suceder
en la mayor parte de los pueblos antiguos radicados en la Costa. La presencia
constante de peces y otros seres marinos en la decoración del estilo
Entrelazado o Playa Grande, característico de los primeros tiempos de esta
cultura, puede deberse a la existencia de un culto marino. También es probable
que los Lima prestaran alguna adoración a los astros o constelaciones que
creían asociados a la fecundidad y a la mayor producción de los campos
agrícolas y que dicho culto se rindiera desde lo alto de las monumentales
pirámides ceremoniales.
Fuentes:
monografias.com
ecured.cu
sisbib.unmsm.edu.pe
arqueologiadelperu.com
Historia General del
Perú
Autor (es): Ruben
Vargas Ugarte
Editorial Universitaria
Culturas del Perú.
EXCELENTE INFORMACIÓN
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