Poblamiento Americano


Como se dio el Poblamiento Americano:
En realidad los primeros en descubrir América no fueron los españoles sino lo grupos que arribaron a esta zona, con un instrumental simple de instrumentos en piedra, y hallaron un continente sin humanos. A partir de esta entrada se fueron difundiendo por una vasta región conquistando poco a poco la inmensa geografía americana.

Acerca del dónde, cuándo y cómo, aún no hay respuestas concretas sino más bien una serie de hipótesis alternativas, que se fueron sucediendo unas a otras a lo largo del tiempo, según los datos disponibles. En esta página se hará un resumen siguiendo un orden cronológico, desde las primeras posturas hasta las actuales.

Breve Introducción del Poblamiento Americano: 


El origen del hombre americano no está del todo claro; sin embargo, la mayor parte de la comunidad científica está de acuerdo en señalar que el hombre americano no es autóctono y que los primeros americanos llegaron a América, a través del Estrecho de Behring, provenientes desde Asia, en el año 40.000 a. de C. aproximadamente.

Esta teoría fue propuesta en 1932 por el antropólogo norteamericano ALEX HARDICKLA y su evidencia se basa en restos óseos encontrados en Norteamérica; además, esta teoría se vincula con las consecuencias que produjo la última glaciación y el efecto que tuvo al derretir los hielos de Alaska, permitiendo que el descenso de las aguas abriera un puente natural entre Siberia y Alaska, lo que llevó a bandas de cazadores y recolectores asiáticos a entrar en el continente americano persiguiendo a las manadas de los grandes mamíferos pleistocénicos. Esta hipótesis se conoce como “Teoría Asiática”.

Una segunda teoría del poblamiento americano fue planteada por el autor francés PAUL RIVET. Este antropólogo, en su libro “Los Orígenes del Hombre Americano” publicado en 1957, propuso que el continente americano fue realizado por pueblos polinésicos que llegaron a las costas de América luego de atravesar el Océano Pacífico en pequeñas embarcaciones construidas de totora. En particular, Rivet planteó que pueblos de la Melanesia llegaron navegando a América, luego de hacer escala en las diversas islas polinésicas del Pacífico. Esta hipótesis se conoce con el nombre de “Teoría Oceanista”.

Una tercera teoría del poblamiento americano fue desarrollada por el portugués MENDES CORREA y proponía una tercera vía por la que el continente habría comenzado a ser habitado. Mendes Correa planteaba que América fue colonizada por grupos de australianos que aproximadamente en el año 5.000 a. de C., aprovechado un fenómeno climático que aumentó las temperaturas de la Antártica durante el Holoceno, navegaron por varios siglos por las transitoriamente cálidas costas polares, y avanzando hacia el oeste lograron cruzar hacia Tierra del Fuego, para más tarde llegar a la Patagonia. Esta hipótesis se conoce como la “Teoría Australiana”.
Finalmente, es necesario señalar que estas tres teorías utilizadas para explicar el poblamiento americano, son complementarias y ningún autor refuta los postulados de los otros.

¿Primeros pobladores o descubridores?

Sobre el poblamiento de América se han tejido una serie de conjeturas, al igual que un número respetable de tesis, algunas de las cuales son, hoy por hoy, teorías para muchos cientistas y estudiosos y leyes para otros

Cabaña de la era Paleolítica

Tan es así que, de la procedencia de estos primeros pobladores, se llegó a decir que provenían de algunas de las tribus perdidas de Israel, específicamente de la flota de Ophir de Salomón y de Jobal, ambos descendientes de Noé; o, sin duda, como dice otra versión, parte de los huidizos hombres que se regaron por el mundo después de la caída de la torre de Babel. Esta tesis del origen judío fue sostenida por hombres como Bartolomé de las Casas, Rodrigo García, el Padre Durán, el historiador B. de Roo y Lord Kingsborough.

Grotius, por su parte, en un intento que puede calificarse de ficción poética, dice tener pruebas que aseguran que el poblamiento del norte del Istmo de Panamá tenía su origen en el norte de Europa; los de Yucatán tendrían su origen en Etiopía; los peruanos, en China y los demás habitantes del cono sur, en el Pacífico Occidental. Más sensata resulta la proposición de John Ranking para quien el poblamiento americano fue el producto de migraciones tártaras y mongólicas.

Pero el afán científico de identificar a los originarios pobladores del continente, incluido el eslabón perdido de la evolución humana, llevó a hombres de buena fe, como al argentino Florentino Ameghino, a postular la tesis del autoctonismo. Su posición tiene que ver con las osamentas encontradas en el sitio de Mercedes, en la proximidades del arroyo Frías, las cuales, según Ameghino, correspondían a un individuo que debió vivir en el terciario, en las zonas de la pampa argentina (Homo pampeanus).

En su imaginario árbol genealógico del hombre incluyó a: pithecukites, antrhropos, homínidos primitivos, tetraprothomo, diprothomo, homo, homo pampeus y homo sapiens. Con sus muestras óseas se dirigió a Europa, donde las autoridades en el tema demostraron que los especímenes exhibidos no eran otra cosa que monos.

Sobre la pretensión de Ameghino, el norteamericano Alex Herdlicka, postulante de la teoría del “poblamiento a través del estrecho de Bering”, de la que hablaremos más adelante, nos dice que el hombre no es originario de América, por lo que ni siquiera debiera plantearse la posibilidad; que el hombre procedió de otra latitud y su llegada debió ser durante el paleolítico superior; que la evolución del hombre que pobló América no se detuvo, como se pone de manifiesto cuando llegaron los españoles, los cuales encontraron una diversidad humana muy especial en este continente.

También se ha vertido tinta sobre los viajes fenicios y vikingos al continente americano, los que, en modo alguno, constituyen antepasados remotos del hombre americano. Sin embargo, sobre estos últimos se sabe hoy que, para 986, un joven islandés de nombre Bjarni Herjolfsson, de manera accidental, fue arrastrado a la costa atlántica de América del Norte y, pese a que algunos sostienen que con él se inician las colonias vikingas en América, lo cierto es que no llegó a desembarcar.

Es Leif Ericsson quien fundó la primera colonia de este grupo humano en costas americanas, en un paraje al que denominó Vinlandia o Tierra del Vino, luego de visitar áreas denominadas por él: Helluland o Tierra de las Rocas Planas (posiblemente Baffin), Markland o Tierra de los Bosques (posiblemente Labrador). La duración de las colonias vikingas se enmarcan entre los años 1001 al 1020. Lo que no parece ponerse en duda, sobre estos navegantes, es que Helluland y Markland debieron estar entre las latitudes 64° ­ 58°  norte, con una extensión hacia el sur a 52° de latitud.

AHORA ANALIZAMOS AUTOR / HIPÓTESIS:

FLORENTINO AMEGHINO.

Autodidacta argentino, realizó importantes aportes en varios campos, como en la paleontología, la geología, etc. Recavó evidencia múltiple en sus viajes y llegó a postular una hipótesis sobre el origen del hombre americano. Para él se el hombre se habría originado en las pampas argentinas, y desde este lugar habría migrado al resto del mundo. Este postulado sobre la hominización logró un gran revuelo internacional en el siglo XIX, cuando la presentó en 1879 en el primer Congreso Internacional de Americanistas, realizado en París.

Su propuesta se sintetiza en los puntos siguientes:
La cuna de la humanidad fue la pampa argentina, en la era terciaria.
La genealogía se originaba con un grupo de simios del Eoceno inferior (Homúnculus), siendo una genealogía lineal hasta llegar al Homo pampeus. Algunos estadios intermedios eran: Tetraprotohomo, Triprotohomo, Diprotohomo hasta llegar al Homo pampeus.

Estos géneros se difunden en primera instancia hacia norteamérica y luego al Viejo Mundo en varias oleadas migratorias.

Los hombre americanos primitivos convivieron y cazaron unos grandes mamíferos Terciarios y del Pleistoceno de las pampas argentinas. Usaron sus pieles, comieron sus carnes, etc.

A. Hrdlicka y R. Holmes revisaron cada uno de los puntos anteriores, rechazándolos en base a nueva evidencia. No obstante el último punto, la convivencia con la megafauna hoy en día no es puesta en duda, y hay sitios arqueológicos con restos de megafauna que habrías sido utilizados por el hombre.

ALEX HERDLICKA: MONOGENSIMO MONGOLOIDE.
En 1912 postuló que grupos de grande cazadores de manadas de la región central de Mongolia, habrían ingresado a América por el Estrecho de Bering hace 10.000 años atrás, durante el retroceso glaciario. Luego se habría producido un ingreso de la cultura esquimal ártica hace unos 1.000 años.

Rechazó uno de los postulados de Ameghino, la convivencia con la megafauna.
Esta primera teoría tuvo mucho éxito hasta que en 1926 Paul Rivet publica su famosa obra.

PAUL RIVET: POLIGENISMO ASIÁTICO.
Tomó como base para su teoría, datos de múltiples evidencias como: rasgos biofísicos (estatura, color de piel, etc.), datos culturales y datos lingüísticos, tanto de los asiáticos, como de los americanos y polinesios con el objetivo de encontrar correspondencias que le permitieran reconstruir las posibles rutas migratorias que habrían seguido los primeros hombres americanos.

Propuso no una sola ruta migratoria, como habría propuesto Hrdlicka (de aquí el nombre monogenismo), sino varias, por lo tanto su teoría es denominada poligenista. Los australianos y los malayo-polinesios habrían arribado por una ruta transpacífica y los grupos mongoles y esquimales desde Asia siguiendo el camino de Beringia (estrecho de Bering).

A pesar que tiene en cuenta datos provenientes de diversas ramas disciplinarias, no consideró los aportados por la arqueología.



Avances tecnológicos.
El uso del carbono 14 (C14) para fechar restos orgánicos y sedimentos, resultó un avance importante para poder establecer la antigüedad de restos encontrados en sitios arqueológicos. Por ejemplo pudo fecharse la evidencia arqueológica del sitios Folsom (EEUU) descubierto a principios del siglo XX, en unos 11.000 años de antigüedad. Todos estos nuevos fechados favoreció la idea de la alta antigüedad del poblamiento a cargo de grupos cazadores-recolectores, los cuales explotaron los grande mamíferos extinguidos aproximadamente hace 10.000 años.

También se han realizado estudios paleoambientales tendentes a descubrir cómo había sido el ambiente para la época del arribo de los primeros grupos a América. Se estudiaron las glaciaciones y cómo en determinados momentos ante la presencia de englazamientos, produjo cambios en el nivel del mar, que afecta los contornos de las costas, ya sea emergiendo tierra o sumergiendo bajo el mar grandes extensiones.

Durante el Pleistoceno superior (70.000 años atrás) se produjo en América del Norte la última gran glaciación denominada Wisconsin. Aparecieron dos grandes focos de hielo llamados: Lauréntico y Coordillerano. El llamado Lauréntico se extendió desde la bahía Hudson hacia el sur y oeste, y el Cordillerano desde las montañas Rocallosas hacia el Pacífico y el este. Estos dos focos dejaron un corredor libre entre ellos.

Durante el Wisconsin el nivel del mar desciende, es decir el mar se retira, y emerge una amplia zona que estaba sumergida bajo el mar, formándose en el Estrecho de Bering una amplia zona o puente llamado Beringia, por el cual pudieron haber entrado los primeros americanos. A los 12.000 a 10.000 AP, esta comunicación entre Asia y América se interrumpe, cerrándose en puente o paso.

PAUL MARTIN.
Se basó en la ecología y en la estadística para elaborar su teoría en la década del ’70. Postula que el arribo se habría producido hace unos 12.000 años atrás por Beringia. Se basa en:

Los géneros de mamíferos extinguidos encontrados en sitios arqueológicos norteamericanos con una antigüedad de 11.000 años aproximadamente.

La analogía ecológica entre ambientes africanos de sabana, con abundante fauna de herbívoros gregarios silvestres, con los que habría en la zona de Norteamérica para fines del Pleistoceno, con bisontes, camélidos y caballos.

Propuso que una banda de cazadores de grandes herbívoros (unos 100 individuos) de la estepa ártica de Siberia, paleocazadores de mamut, habrían ingresado a América con anterioridad a la inundación del puente de Beringia, hace unos 12.000 años atrás.

Al ingresar se encuentran con una zona habitada con megamamíferos inexpertos con el trato con el hombre cazador. Estos paleocazadores habrían tenido una tasa de natalidad cada vez más elevada, produciéndose una explosión demográfica, facilitada por la gran disponibilidad de recursos (megafauna). A medida que avanzaban hacia el sur, fueron extinguiendo a estas especies de megamamíferos herbívoros. Habrían llegado en unos 1.000 años hasta la Patagonia argentina.

ALAN BRYAN.
Se opone a la hipótesis anterior en cuanto a la antigüedad ya que considera que se habría producido antes de lo propuesto por Paul Martin.

Su propuesta es la siguiente:
Los primeros grupos que ingresaron a América procedían del Este asiático. Eran cazadores-recolectores adaptados a condiciones ambientales frías y rigurosas.
Su tecnología lítica no era sofisticada sino que consistía en cuchillos, raspadores y puntas de piedra.

Habrían arribado siguiendo la ruta de Beringia hace unos 30.000 a 40.000 años atrás.
Posteriormente, hace 15.000 años atrás habrían pasado grupos con tecnología más elaborada de talla bifacial. Esta tecnología permitió la elaboración de los conjuntos de puntas de proyectil americanos.

Como resultado de esta migración se formaron tres tradiciones paleoindias:

CHRISTY TURNER.
Realizó estudios creneodentarios para diferencias grupos y establecer distancias genéticas entre los mismos. Así, en 1970 estudió restos dentarios americanos y asiáticos. Como conclusión de sus estudios, pudo reconocer dos grupos de población inmigrante: los paleoindios y los Aleuto-esquimo. Entre ambos encontró un tercer grupo diferente, cuyas características los ubicaría entre los anteriores.

Los paleoindios serían descendientes de los paleocazadores del interior de la estepa siberiana, conocidos como Tradición Diuktai, que ingresaron a Alaska hace 16.000 años atrás, siguiendo la cuenca del río Lena. Los Aleuto-eskimo ingresaron a Alaska hace 8.000 años provenientes de la cuenca del Amur, al norte de China. El tercer grupo habrían llegado hace 14.000 a 12.000 años. Se influenciaron cuando arribaron los grupo Aleuto-eskimo, por este motivo presentan características intermedias.

CLASIFICACIÓN DE LAS HIPÓTESIS.
Para una mejor comprensión del tema, las hipótesis se pueden clasificar en tres tipos generales:

Hipótesis de alta edad: las cuales consideran que el arribo se habría producido entre 70.000 (Menghín) hasta 40.000 a 30.000 años (Bryan).

Hipótesis de media edad: la entrada del hombre a América es situada entre 20.000 a 15.000 años atrás. Algunos autores representantes de la misma son: Cardich.A, Miotti.L, Koslowski.J, Politis,G.

Hipótesis de baja edad: la entrada se produjo entre los 12.000 a 10.000 años. El ejemplo más conocido es el de Paul Martin.

EVIDENCIA DE LOS PRIMEROS POBLADORES O DESCUBRIDORES.

Todo parece indicar y demostrar que el hombre descubrió el continente americano en períodos que bien pueden sobrepasar los 30.000 años y que estos primeros pobladores fueron cazadores de megafauna y lograron extinguir 31 géneros de animales, entre los cuales podemos citar: mastodontes, mamuts, bisontes de grandes cuernos, camellos, tapires, caballos, cerdos, variedades de ovejas y cabras, bueyes almizcleros, variedades de antílopes, bueyes, yaks, castores gigantes, tigres, especies de osos, lobos y coyotes.

Grosso modo, podemos elaborar el recorrido del hombre por el continente americano gracias a la arqueología y a la paleoantropología, de la siguiente manera:

1. Según Marvin Harris, los huesos más antiguos pueden ser fragmentos de un cráneo y costillas encontrados en el sur de California, los cuales, según nuevas técnicas de fechaje (aminoácidos), revelan una antigüedad de 48.000 años. "Si se confirma este hallazgo, esto convertiría a la gente del Nuevo Mundo en contemporáneos de los últimos neandertales europeos"

2. Un útil de hueso fue localizado en Canadá, específicamente en la región del Yukon, datado por carbono radioactivo 14 en unos 27.000 años.

3. Yacimientos de la meseta mexicana presentan una antigüedad superior a los 20.000.

4. En el noreste de Alaska aparecieron materiales líticos de una antigüedad de 16.000 años.

5. En Venezuela, cerca de Taima­taima, o sea en El Jobo, se recuperó una punta de proyectil del hueso pélvico de un mastodonte joven, muerto entre 13.000 y 14.000 años.

6. Puntas de flechas y lanzas, sin antecedentes europeos, conocidas como Clovis, Folsom y Sandía, con fechas hacia 11.500 antes de Cristo, se localizaron en Oklahoma, Colorado, Nuevo México y sur de Arizona.

7. Por lo menos hace 10.000 años, gracias a evidencia de puntas de proyectiles del tipo clovis y folsom (puntas de piedras canaladas por ambos lados), se sabe que en Arizona los hombres consiguieron cazar mastodontes.

8. En Panamá, en la región del lago Madden, se localizó una punta de flecha del tipo Clovis, con una datación de 9.000 antes de Cristo.

9. Restos de huesos quemados de animales, asociados a restos humanos, con una antigüedad de 8.650 años, fueron localizados en Chile, en la gruta de Pallinaike.

Descendientes de estos primeros pobladores serían las naciones indígenas que encontraron los europeos a su llegada a este continente y las que lograron sobrevivir  hasta nuestros días.
  
CONCLUSIONES DEL POBLAMIENTO AMERICANO:

Es probable que el hombre ya habitara América del Norte entre los 25.000 a 20.000 años y América del Sur hace 15.000 años, teniendo en cuenta los sitios arqueológicos y su evidencia.

Los primeros grupos humanos fueron cazadores-recolectores de amplio espectro (explotaban una gran gama de recursos), que procedían del este de China y de Siberia centro-oriental (región de los montes Altai, lago Baikal y cuenca del río Amur). Sus tecnologías eran unifaciales y practicarían otros tipos de estrategia de caza, como el empantanamiento de grandes animales, caza por medio de trampas, etc.

Posteriormente habrían llegado estímulos de la región austral de los Montes Urales, de cazadores de animales de manada, con tecnologías bifaciales, estableciéndose en la región del noreste de Siberia hace 18.000 años, dando lugar a la tradición cultural local Diuktai. Grupos de esta tradición pasaron a Alaska hace 16.000 años atrás aprovechando la existencia del puente terretre Beringia. Su tecnología pasó a los grupos anteriores con tecnología unifacial, dando origen a diversas tradiciones de puntas: acanaladas como Clovis y Folsom, lanceoladas tipo Cascade, lanceoladas hoja de sauce, cola de pescado y puntas espigadas.

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