LOS DIOSES - LA RELIGIÓN - CULTURA VICUS
Para
muchos pueblos antiguos de la costa peruana, sus Dioses salían siempre del mar
y algunos volvían a él. Eran siempre personajes poderosos llenos de gran
majestad. Lo infinito del mar, que siempre se perdía en el horizonte juntándose
aparentemente con el cielo, constituía un misterio imposible de desentrañar.
Por eso el mar para los antiguos fue una especie de morada de los dioses. Se le
conocía con el nombre de mama-cocha o madre-mar, en el imperio Incaico.
Los
indios creyeron en un principio que los españoles eran enviados de los dioses,
y como llegaron por el mar les llamaron Viracochas, o hijos del mar o también
espuma del mar. Cuando más tarde los conquistadores dieron muestras de crueldad
inaudita, siempre los siguieron llamando Viracochas, pero no como dioses, sino
como especies de demonios, que no eran hijos de mujer.
Garcilaso
explica que los indios de la costa creían que la tierra flotaba sobre el mar, y
que al atardecer el sol se retiraba a descansar en 1as aguas, pero a causa de
su gran fuego y calor secaba parte de las aguas. Creían también que el Sol era
un gran nadador que se zambullía en el agua y aparecía por el otro lado.
El
cronista Fray Gregorio García, en su obra “Origen de los Indios”, relata una
leyenda que también había a recogido Betanzos, según la cual, Viracocha
recorrió el Perú de un extremo al otro, avanzando hacia el norte, y tras de
pasar por la región de Piura, llegó a Puerto Viejo y se metió en el mar.
El
cronista Sarmiento también refiere la 1eyenda de Viracocha y de sus arribo por tierra a Puerto Viejo y
Mantas, en donde ingresó al mar caminando sobre las aguas con dos criados, como
si fuera espuma.
Los
cronistas Herrera y Cieza de León hablan de dos Viracochas y que uno de ellos
habría llegado al norte.
Sin
embargo de ser tan generalizada esta leyenda, parece que el hombre de Vicús no
la llegó a conocer por que no hay representación alguna en las decenas de miles
de piezas de cerámica que se han extraído.
Representación
del dios Ai-apaec
Rebeca
Carrión Cachot, discípula de Tello al cual sucedió en la dirección del Museo Nacional de Antropología
y Arqueología, hizo conocer en 1953 un mito que existía en la costa norte del
Perú, de acuerdo al cua1 se habría divinizado a un ser ornitomorfo humanizado.
Era una mujer con cabeza de pájaro que bien podía personificar a la luna, a la
que llamaban Shi.
Los
vicusinos también han dejado ceramios representando a seres
ornito-antropomorfos, pero no en una cantidad que puedan hacer pensar en la
existencia de un culto a un ser alado. No es pues una idea predominante, la de
ese supuesto dios femenino alado.
Hay
una gran cantidad de ceramios que
representan aves, pero en su forma natural y no
deidificados. Lo mismo sucede con
la representación de felinos, como el
puma y el jaguar, paro como este es propio de la zona selvática, lo que se ha
tratado de representar ha sido al tigrillo y aun al gato montés.
Pero
de lo que no hay duda, es de la existencia de una casta sacerdotal. Hay
ceramios que representan hombres con máscaras de felinos, y atavíos especiales
en momentos en que hacen sacrificios humanos.
El
respeto a los muertos, fue sin duda motivo del un ceremonial especial y la
cremación de los cadáveres tuvo que hacerse con intervención del sacerdote o
gran brujo. En las tumbas, además de huacos y objetos de metal, se ponían
conchas perleras y también perlas
procedentes de Sechura.
buenaso
ResponderEliminarNadie ha relacionado el colapso maya del período pre clásico con la aparición en esa misma época de la cultura Vicus?
ResponderEliminarLos Mayas del lado del pacífico eran diferentes a los del centro y los del caribe/atlántico. Al igual que Vicus, Mochicas, Sicán y Chimú, su organización fue a través de señoríos (cacicazgos), siendo lo común lo teocrático...nadie ha seguido la huella del spondylus
me la pela
ResponderEliminarLa conchatugaaaa
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