Daniel Alcides Carrión García (BIOGRAFÍA)
Resumen
de la vida de Daniel Alcides Carrión García. Nació en Cerro de
Pasco, el 13 de agosto de 1857 y
falleció en Lima el 5 de octubre de 1885, es considerado mártir de la Medicina Peruana y Latinoamericana, por
su sacrificio al infectarse de la bacteria Bartonella bacilliformis y contraer
la ahora conocida como enfermedad de Carrión o verruga peruana, a modo de
estudiar su desarrollo y evolución en el infectado.
Fue hijo del médico y
abogado Baltasar Carrión de Torres y de Dolores García Navarro.Durante sus
estudios de Medicina, sintió profunda inquietud por conocer dos enfermedades características
de algunos valles centrales peruanos: una de ellas, conocida con el nombre de
“Fiebre de la Oroya”, caracterizada por fiebre y anemia progresiva que, pese
al tratamiento que se efectuaba en esa
época, tenía una letalidad cercana al 100%.
El otro proceso llamado
“Verruga peruana”, tenía igual distribución geográfica, pero de evolución
benigna; con la súbita aparición de nódulos cutáneos y escasos síntomas
generales. Hasta entonces se consideraba que ambos cuadros tenían diferente
etiología.
Llevado por su espíritu
de investigación, no vaciló en inocularse sangre macerada de una tumoración
Verrucosa de la paciente enferma Carmen Paredes, internada en la Sala de las
Mercedes del Hospital Dos de Mayo de Lima, así el 27 de agosto de 1885 solicitó
al Doctor Evaristo M. Chávez que le hiciera la inoculación.
A los veintiún días
sintió los primeros síntomas de la Fiebre de la Oroya, que continuó con su
evolución característica, ante la angustia de sus profesores y amigos. Carrión
escribió personalmente su historia clínica hasta el 26 de septiembre, en que
agobiado por la fiebre y por la anemia, entró en delirio quedando, a su
solicitud, sus compañeros de seguir el trascendente documento clínico que en
forma heroica había iniciado aquél.
Daniel Alcides Carrión,
en estado de agonía, fue trasladado a la Maison de Santé, el 4 de octubre y
falleció al día siguiente, era el 5 de octubre de 1885, habiendo transcurrido
cuarenta días desde la inoculación. Sus últimas palabras fueron: C´est fini:
esto se acabó. Antes de las mismas alcanzó expresar el deseo de que los
estudios siguieran adelante, consciente de haber contribuido al mejor
conocimiento de la dolencia que hoy lleva su nombre:“Aún no he muerto…amigo
mío; ahora les toca a ustedes terminar la obra comenzada, siguiendo el camino
que les he trazado.
Actualmente la
enfermedad de Carrión y otras bartonellas
tiene una serie de formas clínicas que se han extendido en 16
departamentos, y ahora incluye nuevos
valles interandinos y áreas de selva alta de Puno, Cuzco, Ayacucho,
Junin, Cajamarca, Amazonas, existen
nuevos vectores de Lutzomyas, y se ha comprobado que las formas graves de la
enfermedad aguda afectan diversos órganos produciendo muchas veces falla
multiorgánica. Existe el peligro de su reactivación, pero lamentablemente el
apoyo a la investigación de la enfermedad de Carrión y otras bartonellas por
parte del estado y la empresa privada es casi nulo o no existe.
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