LA CIUDAD WARI


Mientras Tiahuanaco ofrece en esta expansión imperial, conducida por Huari, sus conocimientos técnicos, artesanía y religión, Huari va a aportar un nuevo concepto de organización poblacional, un nuevo concepto administrativo: La Ciudad.
Esta se ubica a 25 Km. al noreste de la actual ciudad de Ayacucho y a 3,000 m.s.n.m., la cual comenzó a crecer y desarrollarse a finales de la primera fase. La Ciudad se diferenciará del villorrio hasta entonces existente no sólo por sus mayores población y tamaño, sino, sobre todo, por la complejidad de la composición de su fuerza de trabajo y por un modo de vida más sofisticado. 

La Ciudad debe ser centro de transformación de la producción primaria; albergar una población permanente que exhibe mayoritariamente una clara distribución del trabajo; cumplir con actividades netamente urbanas, tal como ser centro administrativo, control político, religioso y militar.; ser un centro de servicios; y disponer de importantes  edificaciones destinadas al almacenamiento de excedentes.
Pero la construcción de la misma, no fue hecha con una organización planificada, sino que obedece a ciertos patrones desordenados, ya que la ciudad se fue remodelando a medida que llegaban más gente a habitarla, por lo cual esta se fue perfeccionando con el paso de los años.


Así es como el asentamiento, originalmente abastecido bajo una exclusiva base agraria, empieza a vivir de la producción urbana (cerámica más elaborada), en particular (a expensas del campo). Las vasijas eran cambiadas por el maíz en procesos ancestrales de trueque, un sistema de comercio sin dinero (ya que éste les era desconocido) que convocaba a los campesinos para que intercambiasen su producción en el “mercado”. 

Al crecer la ciudad y como consecuencia aumentar su población, el trueque se torna insuficiente para mantenerla, con lo cual se produce un desplazamiento de la masa poblacional, lo que origina la caída del imperio, siendo esta una de las causas.

0 comentarios:

Publicar un comentario