Francisco Bolognesi BIOGRAFÍA
Biografía
Resumida de Francisco Bolognesi
Cervantes. Nace en Lima el 4 de noviembre en la antigua calle de Aligidos,
actual jirón Caylloma N° 125. Sus primeros estudios fueron cursados en el
Seminario Conciliar de San Jerónimo de Arequipa desde los 8 a los 16 años.
Luego sigue los pasos de su padre dedicándose al comercio, entrando a trabajar
a la casa Lebris y Violler.
En la ciudad blanca
residió junto a su familia en la casa ubicada hoy en la esquina de las calles
Puente Bolognesi y Villalba hasta el año 1847, pasando luego a vivir en la casa
ubicada en la calle Sucre N° 209.
El bautismo castrense
de Francisco Bolognesi ocurrió en julio de 1844, cuando las fuerzas
vivanquistas y castillistas (por las que peleaba), se enfrentan en la batalla
de Carmen Alto o Acequia Alta, acción que decidió su destino, donde mostró
coraje, por lo cual Castilla le ofreció un puesto cerca suyo, lo cual fue
rechazado por Bolognesi, pues pensaba que su futuro debía seguir en el
comercio, trasladándose presumiblemente a la ciudad del Cusco.
En 1853, vuelve a la
ciudad de Arequipa donde ve todos los preparativos de una posible guerra con
Bolivia, lo que lo alentó a enrolarse en el ejército siendo nombrado segundo
jefe de un regimiento de caballería. La guerra con Bolivia no se concretó,
dando paso a una de las revoluciones más importantes del Perú contra el
presidente Echenique.
En esta acción se vuelven a encontrar Bolognesi con
Castilla siendo nombrado Jefe de las Fuerzas Revolucionarias. Bolognesi fue
nombrado Teniente Coronel y puesto como ayudante del estado mayor general de la
provincia de Arequipa y luego como segundo jefe del Batallón 2° Libres de
Arequipa.
Parte junto a Ramón
Castilla sobre Cusco como comisario general del Ejército Libertador en junio de
1854, avanzando luego sobre andahuaylas, Chincheros, Ayacucho y Huancayo, para
luego partir a las puertas de Lima y participar en la batalla final de La
Palma.
Al finalizar la
Revolución, Bolognesi se mantiene en el cargo de comisario. Fue destinado luego
a la supervigilancia del hospital militar, donde se desempeño con eficiencia y
laboriosidad.
Algún tiempo de paz
reinó en el Perú hasta que en 1856 se levanta contra el gobierno la ciudad de
Arequipa al mando del general Manuel Ignacio de Vivanco que repercutió en
varias zonas del norte del Perú.
Bolognesi fue enviado
como segundo del General Manuel Layseca en la sección de Infantería.
Desembarca en
Pacasmayo, ocupan San Pedro de Lloc y avanzan hacia Trujillo, donde derrotan a
las fuerzas rebeldes del norte; ante ello Vivanco, que había aparecido por el
norte, comienza el repliegue hacia el sur, donde Francisco Bolognesi marchaba a
cargo del 8 piezas de artillería. El 5 de mayo de 1858, Arequipa luego de una
heroica resistencia es derrotada, con una brillante actuación del Teniente
Coronel Bolognesi, lo que lo hizo merecedor de los galones de Coronel el mismo
día de la victoria.
La tranquilidad duro
poco. El 29 de septiembre de 1959 se moviliza al mando del Batallón Volante de
artillería en la fragata Amazonas rumbo a Guayaquil en la llamada Campaña en el
Ecuador.
De vuelta al Perú, fue
enviado por el presidente Castilla a Europa para adquirir armamento,
principalmente artillería. Volvió al Perú el 18 de enero de 1862.
Al comenzar el año de
1863 los países americanos veían con preocupación a la Armada española sobre
las costas del pacífico. Con la vista puesta en un inminente enfrentamiento,
Bolognesi fue enviado nuevamente a Europa en busca de armamento, donde
vigilaría cuidadosamente la construcción de las piezas de artillería requerida.
Cumplida su misión, vuelve a finales de Mayo de 1866, por lo cual su nombre no
está escrito en la histórica acción del 2 de mayo.
De regreso al país
estaba como presidente don Mariano Ignacio Prado, con quien no tuvo una buena
relación. En 1867 seguramente por motivos políticos, estuvo preso en el Potao.
Con la caída de Prado
vuelve al ejército, siendo destinado al Batallón de Artillería de Arequipa en
calidad de jefe. El 4 de marzo de 1868 es nombrado primer jefe del Regimiento
de artillería de la plaza del Callao, quedando también a su mando la
comandancia general de las Baterías del Callao y del Regimiento 2 de Mayo.
Fue enviado por tercera
vez a Europa en busca de material bélico, volviendo en julio de 1870, no siendo
reincorporado a destino militar conocido, pasando en junio de 1872 a la
condición de indefinido, es decir, con licencia indefinida bajo de la
presidencia de don Manuel Pardo.
Tiempo después en 1876
es nuevamente reincorporado al ejército.
Al ser declarada la
guerra al Perú por parte de Chile, Bolognesi, ya con 62 años de edad, no dudó
en aceptar el llamado que le hacía su patria, siendo nombrado ayudante mayor de
la Primera Sección en la Campaña, permaneciendo acantonado en Iquique, donde fue
ascendido a la Jefatura de la 3° División. Partió junto al resto de las tropas
rumbo a Negritos para reunirse con los soldados que se replegaban desde
Pisagua. De Negritos pasó a San Francisco donde el 15 de noviembre de 1879
participó en la batalla del mismo nombre, conformando el ala izquierda de
ataque; la misma noche los peruanos se retiraron a Tiviliche. Las tropas sin
brújula, se perdieron en la oscuridad de la noche, encontrándose con el camino
a Tarapacá.
El 27 de noviembre
Francisco Bolognesi se encontraba en estado febril cuando comenzó la batalla de
Tarapacá, lo que fue impidiendo para que peleara con heroísmo al mando de la 3°
División, enviando al Batallón de Arequipa sobre las tropas chilenas,
arrancándoles el estandarte al regimiento chileno 2° de Línea.
Bolognesi fue parte
importante del victorioso 27 de noviembre de 1879 para el ejército peruano,
vencedor de Tarapacá, el cual después de la victoria tomo rumbo a Arica, donde
llegaron el 18 de diciembre.
El 3 de abril de 1880
el Contralmirante Lizardo Montero, investido como Jefe Militar y Político del
Sur, traslada su Estado Mayor a la ciudad de Tacna y deja al Coronel Francisco
Bolognesi al mando de la jefatura militar de la plaza de Arica.
El 28 de mayo, sabiendo
de la derrota de su ejército en Tacna, convocó a un consejo de guerra en el
cual decidieron él junto con 31 jefes, defender la plaza hasta morir. Esta
decisión fue confirmada el 5 de junio cuando ante la proposición de rendición
de la plaza, Bolognesi junto a sus jefes respondió: "Tengo deberes
sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho".
Al amanecer del 7 de
junio, las tropas de asalto chilenas, comenzaban el avance con tropas muy
superiores a las que defendían el morro. La resistencia fue heroica. Francisco
Bolognesi rindió su vida por el Perú, cayendo herido y rematado por un culatazo
en el cráneo hecho por un soldado chileno.
La Batalla de Arica,
constituyó un holocausto consciente por el honor nacional, un sacrificio
colectivo unánimemente aceptado y enfrentado con singular denuedo. Las cifras
que siguen, muestran en forma elocuente que no hay en la historia de las
guerras del mundo, en lo porcentual, sacrificio mayor:
Batalla de Wagran : 38%
muertos
Batalla de Waterloo :
24% muertos y lisiados
Batalla de Gravelotte :
8% muertos
Batalla de Arica : 60%
: muertos
Hay que agregar
asimismo que en la Batalla de Arica, del efectivo total de los batallones
"Granaderos de Tacna" y "Cazadores de Piérola" fueron
muertos casi todos.
El 4 de junio de 1880,
entraban al Callao los restos de este gran Héroe, siendo situados en el
cementerio general de Lima.
mindef.gob.pe.
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