Historia de la Televisión en el Mundo
Resumen
Historia Del Televisor.
Desde los años 50, la
televisión se ha convertido en el medio de comunicación por excelencia.
Evidentemente, su historia se remonta varias décadas atrás, pero la auténtica
revolución, en sus días, no es comparable, con ningún otro.
LA
PREHISTORIA DE LA TELEVISIÓN
Los comienzos remotos
de la era de la televisión parten del descubrimiento del selenio, un metaloide
imprescindible en la composición del nuevo invento. Pero cuando Berzelius lo
descubrió, en 1817, nadie pensaba en semejante utilidad. Igual sucedería
veintidós años más tarde, en 1839, con la demostración – a cargo de Becquerel –
de los efectos electromagnéticos de la luz.
En el terreno de la
transmisión de imágenes a distancia, los precedentes científicos más lejanos en
el tiempo fueron la transmisión telegráfica de imágenes, llevada a cabo por
Bain en Inglaterra, en 1843, y por Giovanni Caselli en Francia, en 1863, quien
con el pantelegrafo de su invención consiguió enviar mensajes autógrafos y
dibujos de París a Marsella. A partir de aquel momento las
"innovaciones" televisas proliferaron. Entre las más curiosas podría
citarse el proyecto del estadounidense Carey, en 1875, tratando de transmitir
imágenes desde un emisor formado por 2.500 células de selenio hasta una
pantalla formada por otras tantas bombillas, unidas una a una a su célula
respectiva por medio de los correspondientes 2.500 cables.
Los avances en la
investigación de tres ámbitos científicos diferentes hicieron posible convertir
la televisión en una realidad independiente: el primero, la fotoelectricidad, o
capacidad de algunos cuerpos para transformar la energía luminosa; el segundo, los
procesos de análisis capaces de descomponer una fotografía en líneas y puntos
claro y oscuros, y restituirla después a su forma original; el tercero, los
adelantos en la manipulación de los haces de electrones, que harían posible
repetir este proceso de descomposición y restitución de imágenes veinticinco
veces por segundo.
Los primeros
dispositivos realmente satisfactorios para captar imágenes fueron el
iconoscopio, que fue inventado por el físico estadounidense de origen ruso
Vladimir Kosma Zworykin en 1923, y el tubo disector de imágenes, inventado por
el ingeniero de radio estadounidense Philo Taylor Farnsworth poco tiempo
después.
El 26 de Enero de 1926
fue la primera vez que la pantalla chica mostró imágenes en movimiento. Aquel
día, en un laboratorio científico de Londres se realizó la primera demostración
de lo que más tarde se conocería como la televisión. El responsable de tan
magnifica hazaña fue John Logie Baird,
un ingeniero escocés que dedicó su vida a perfeccionar lo que es la televisión.
John
l. Baird Cienti Inventor de la Televisión
John Logie Baird tenía
un éxito entre sus manos y sólo le quedaba convencer al resto del mundo de lo
interesante de su aparato. Pronto fundó dos emisoras de televisión
experimentales en asociación con la oficina de correos, y gracias al sistema de
cables de la empresa hizo la primera transmisión de televisión por cable.
La prensa apoyaba a
Baird: decía que era un visionario y que la radio oficial, la famosa BBC de
Londres, debía ser reemplazada por la televisión. La institución, temerosa de
los cambios y desconfiada ante el atractivo que el invento ejercía entre el
público, rechazaba todos los intentos del inventor por conseguir una licencia
de transmisión.
Frente a eso, Baird
respondía con emisiones piratas que violaban la ley inglesa. Una suerte de TV
trucha que finalmente, ante la presión ejercida por la prensa y el inventor,
fue aceptada por la BBC.
Desde 1929, empezó a
crear programas experimentales que a pesar de sufrir miles de dificultades
técnicas no conseguían aplacar el interés del público por ese aparato casi
mágico que emitía imágenes creadas a distancia. La opinión de la mayoría de los
ingleses suponía que no pasaría mucho tiempo antes de que el televisor ocupara
un lugar de privilegio en sus hogares. Aunque a la larga la historia probó la
veracidad de lo que en su momento sólo eran expresiones de deseo, en aquel
tiempo a la televisión le quedaba un extenso camino por recorrer.
Es que las imágenes que
emitía tenían el tamaño de una tarjeta personal y a raíz de la baja definición
de sus treinta líneas de barrido se limitaban a mostrar primeros planos. A
pesar de sus limitaciones, en esas tempranas imágenes era posible reconocer
individuos y hasta sus cambios de expresión.
Baird estaba
encaminado. Ya contaba con los contenidos y con un auditorio ansioso por
recibirlos, sólo quedaba desarrollar la técnica para la construcción de los
televisores. En 1929, tres años después de la primera emisión pública, y a
pesar de que Baird creía que aún quedaba mucho por hacer, los televisores
comenzaron a fabricarse en gran escala. Un año más tarde, alrededor de 20.000
aparatos se habían vendido en Inglaterra y el resto de Europa.
La televisión, como la
había imaginado John Logie Baird, no duró mucho tiempo más. Pronto, el afán por
sacar cada vez más beneficios económicos de su invento dejó de lado el
televisor mecánico y lo reemplazó por el eléctrico, y mientras la pantalla
chica se convertía en un medio de comunicación por derecho propio el nombre de
su creador era exiliado a las menos consultadas páginas de las enciclopedias.
La
Primera Transmisión.
En 1939, la TV en Estados
Unidos hizo su debut formal al transmitir el primer discurso presidencial por
televisión: el del presidente Franklin D. Roosevelt. Fue tal el éxito que se
fabricaron televisores en forma masiva. Para 1948, un millón de hogares ya
contaba con su propio aparato. En Francia, la transmisión del discurso del
General Charles De Gaulle, en 1963 fue un gran acontecimiento.
La televisión, como la
había imaginado John Logie Baird, no duró mucho tiempo más. Pronto, el afán por
sacar cada vez más beneficios económicos de su invento dejó de lado el
televisor mecánico y lo reemplazó por el eléctrico, y mientras la pantalla
chica se convertía en un medio de comunicación por derecho propio el nombre de
su creador era exiliado a las menos consultadas páginas de las enciclopedias.
En la misma década de
los 50 se creó Eurovisión que conectaba a Europa con las transmisiones de
televisión. Con el paso de los años, el televisor fue teniendo más presencia en
otros países donde tuvo un fuerte desarrollo en México, Cuba, Brasil y República
Dominicana.
Por lo tanto, se puede
decir que los esfuerzos de Baird tuvieron resultado ya que el televisor es el
medio de comunicación más potente e importante en la actualidad.
LA
LLEGADA DEL COLOR
Los años 50 han sido
calificados por muchos analistas como aquellos del gran salto de la televisión,
al ser la década de su extensión por el mundo. Así, por ejemplo, México y
Brasil iniciaron sus emisiones a partir de 1950; Holanda y Argentina, al año
siguiente; Italia, Alemania Oriental y Venezuela, hacia 1952; Bélgica,
Dinamarca, Polonia, Checoslovaquia y Canadá, en 1953; Austria, Luxemburgo y Mónaco,
en 1955; España y Suecia, en 1956; Portugal, un año más tarde; y, Suiza,
Finlandia, Yugoslavia, Hungría, Rumania y China en 1958. En la gran mayoría de
los casos la cobertura geográfica de las
Televisiones era muy
pequeña (de carácter local diríamos hoy), y eran pocas las horas diarias de emisión.
Asimismo, la presencia del televisor en los hogares no estaba extendida; a
cambio, distintos lugares públicos -como los bares y en España las Parroquias-
servían de escenario de encuentro a los telespectadores. Frente a este
panorama, gobiernos y empresarios dedicaron esfuerzo e imaginación, a construir
redes nacionales de televisión. Para ello se instalaron nuevas emisoras, postes
repetidores y líneas de cables. Las grandes distancias y los accidentes topográficos
debían rendirse ante un sistema planificado. Un país se destaca por la
conformación de una poderosa industria televisiva: EEUU.
Hacia 1952 se calcula
que unas 108 emisoras estadounidenses daban servicio a unos 21 millones de
televisores. De forma paralela creció la publicidad. Las cifras son
reveladoras:
de una inversión
publicitaria de un poco más de 10 millones de dólares, en 1950, se pasó a 1.500
millones, en 1960. A comienzos de los años 50 la diferencia entre los EEUU y el
resto de los países desarrollados era notoria. Durante los primeros meses de 1952,
en Gran Bretaña sólo se habían vendido 1,2 millones de televisores, en Francia
cerca de 10.558, y en la entonces Alemania Federal apenas se contabilizaban 300
aparatos.
La televisión también
empezó a causar furor en Japón. La NHK, comenzó a operar en 1953 y al año
siguiente hizo lo propio la primera estación comercial. La incorporación del
color supuso otra revolución. EEUU se convirtió, en 1953, en el primer país en
contar con televisión en color con su propio sistema de emisión: el NTSC, que actualmente
está en funcionamiento en los EEUU, Canadá y Japón, entre otros países.
Posteriormente en
Europa se pusieron en marcha una serie de investigaciones para perfeccionar el
sistema estadounidense. Los resultados de éstas dieron lugar a dos sistemas de
televisión en color. En 1959, el Gobierno galo puso en marcha el sistema SECAM; y cuatro años
más tarde, de la mano de Telefunken, apareció el sistema alemán PAL. Hoy
seguimos en Europa con estos dos sistemas de transmisión. España adoptó el
sistema alemán, como los principales países europeos occidentales, resistiendo
las tentadoras ofertas recibidas de Francia si se decidía por el sistema SECAM
que, además de Francia lo han ido adoptando los países del Este, en numerosos países
del cercano Oriente, en algunos países de América Latina y en África
francófona.
LA
EXPANSIÓN MUNDIAL
La internacionalización
de los programas se fue abriendo paso poco a poco. En Europa occidental se creó
Eurovisión, puesta en marcha por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) a mediados
de los años 50 y los países del bloque soviético respondieron creando
Intervisión, de la Organización Internacional de Radio y Televisión (OIRT).
Años más tarde, en
1993, el cambio de las relaciones políticas y la desintegración del bloque
soviético propiciarían la fusión de ambos organismos. En el resto del mundo se
produjo un fenómeno similar: tanto en el continente americano como, más tarde,
en el africano y el asiático se fueron creando organismos similares, todos
ellos con la misma finalidad: intercambio de información y programas, además de
algunas emisiones en común.
Hoy día los
intercambios entre países y entre organismos internacionales se basan en la
difusión de programas a través de los satélites de comunicaciones. Así, desde
el lanzamiento del primer satélite Sputnik, en 1957, y de satélites cada vez
más perfeccionados, estadounidenses, rusos, luego europeos, japoneses, etc.,
los intercambios de informaciones y de programas se han multiplicado.
Al paso de los años,
esta relación televisión-satélite ha ido dando paso a una sucesión de hitos
históricos. Los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964 fueron un claro ejemplo de
difusión mundial de un acontecimiento deportivo. Años más tarde, tuvo lugar la
primera
Transmisión planetaria:
el programa Nuestro Mundo se difundió en simultáneo para 31 países. Ante estos
avances, los gobiernos vieron la necesidad de crear una red mundial de
satélites de comunicaciones. Y a ello dedicaron grandes esfuerzos técnicos y
económicos.
Por esos años hicieron
su aparición los satélites de difusión directa (DBS), los cuales permitían la
difusión de una decena de señales de televisión hasta antenas parabólicas
domésticas y de éstas al televisor. Hacia 1989, comenzó la segunda generación
de operadores televisivos vía satélite. En poco tiempo la creación de diversas plataformas
multicanales vía satélite en todos los países fue un hecho.
Las antenas parabólicas
empezaron a proliferar. Un paso más se dará cuando las plataformas se
digitalicen totalmente. En EEUU, a mediados de 1994, se pone en marcha la
primera plataforma digital. Poco más tarde se hizo lo propio en Europa. Al
finalizar el 2000 en los países de la UE se contaba con 15 millones de receptores
de televisión por satélite, siendo los británicos (cinco millones), los
franceses (tres millones), y los italianos y españoles (dos millones cada uno)
sus principales usuarios.
LA
TELEVISIÓN EN IBEROAMÉRICA
Desde que la televisión
irrumpe en la vida de las sociedades iberoamericanas, se ha ido consolidando
como el principal medio de difusión de masas. Como características comunes
debemos señalar el carácter comercial del medio y la estrecha relación que históricamente
ha guardado con los gobiernos de turno. Curiosamente toda esta zona tiene tres
etapas comunes que marcan su desarrollo:
Primera
etapa: período de
implantación durante las décadas de 1950 y 1960. Esta fase se caracterizó por
el apoyo prestado por las redes estadounidenses (NBC, ABC y CBS) a la
consolidación del nuevo medio bajo el modelo comercial.
Segunda
etapa: tiene lugar en
los años 70 y 80 y se caracteriza por la madurez que alcanza la industria
televisiva. Se trata de mercados nacionales consolidados con una importante
producción propia de programas que en algunos géneros, como las telenovelas, se
exportan de una manera generalizada.
Tercera
etapa: Las emisiones
televisivas vía satélite llegan hasta los hogares más remotos. Asimismo, la
distribución de señales de televisión por cable alcanza en algunos países
cuotas de penetración altas. Dentro de su producción televisiva cabe destacar
un género propio: la telenovela. Se trata del producto más distinguido de la
programación latinoamericana puesto que, además de reflejar rasgos de
identidad, aglutina grandes audiencias frente a los televisores, provocando
distintos sentimientos y evocando diversas aspiraciones.
LA
TELEVISIÓN POR CABLE
También en la
distribución de la señal televisiva por cable son los
EE.UU. los pioneros. Se
pusieron manos a la obra a finales de la década de los 40. El objetivo era
hacer llegar las imágenes a aquellas localidades que por cuestiones
topográficas quedaban en zonas de sombra a lo que se añade la mejora de calidad
en imagen y sonido.
En la televisión por
cable es el televidente quien paga por la instalación del sistema, además de
abonar una cuota mensual por el acceso al servicio. Dicho abono se incrementa
según los paquetes de programas que el suscriptor desee recibir. Se suelen
distinguir tres fases en el desarrollo de la televisión por cable:
Primera
fase: el cable se
utiliza como prolongación y mejora de las emisiones; se trata de operadores
emplazados en áreas rurales y ciudades pequeñas, que garantizan la recepción de
algunas señales de televisión.
Segunda
fase: comienza en los
primeros años de la década de los 70 y se caracteriza por el aumento y la
especialización de la oferta (largometrajes, música, deportes, noticias, etc.)
Paulatinamente el cable va extendiéndose entre ciudades densamente pobladas. En
Europa, desde los
orígenes de los años sesenta Holanda, Suiza y sobre todo Bélgica han estado a
la cabeza del cable del Viejo Continente.
Tercera
fase: desde mediados
de los años ochenta hasta la actualidad, la relación entre emisoras, a través
de su oferta de programas y servicios, y audiencias se está volviendo cada vez más
interactiva (acceso de banda ancha a Internet, elección de idiomas, etc.).
Esta novedosa relación
es posible gracias a la digitalización, parcial o total de la red, en gran
parte posible a partir de la incorporación del cableado con fibra óptica.
LAS
TELEVISIONES LOCALES
Una de las tendencias
más acusadas en las dos últimas décadas es la consolidación de sistemas
televisivos regionales y locales. Este tipo de emisoras, de un alcance menor
que las estaciones de cobertura estatal, forman parte de un fenómeno que
comienza a darse, en primer lugar, en EEUU. Por su parte, en la Europa de los años
70, tiempo en el que algunos países que ya contaban con sistemas nacionales de
televisión consolidados, como por ejemplo Francia, comenzó a ser corriente la
emisión desconectada de programas regionales y locales por un canal de
televisión nacional dando lugar a la televisión de proximidad. Con el correr de
los años esta manifestación temprana de descentralización de la televisión se
profundizará y se volverá más compleja.
Se distinguen una serie
de factores que han contribuido a su realización:
·Factores políticos:
paralelismo entre regionalización político-administrativa de los Estados y la
descentralización televisiva, predominando la iniciativa pública.
·Factores culturales (y
lingüísticos): muy vinculados a los factores políticos. En muchas televisiones
regionales el factor lingüístico ha sido motor principal para su creación.
·Factores tecnológicos:
sin los avances en el terreno de las tecnologías de producción (vídeo, cámaras
ligeras, equipos ENG) no hubiese sido posible la creación de las emisoras locales
o regionales.
Asimismo, y a partir de
la combinación e influencia recíproca de estos factores, pueden distinguirse
cuatro fases en el desarrollo histórico de la descentralización televisiva
europea:
1ª
Fase. Finales de los
años 60 y década de 1970: las televisiones públicas crean los segundos y
terceros canales. Se crean los centros regionales.
2ª
Fase. De mediados de
los años 70 a mediados de los 80: se critica la estructura centralista de los
monopolios de la televisión pública. Surgen las primeras televisiones locales,
en muchas ocasiones ilegales o piratas. Se refuerzan las estructuras regionales
existentes (creación de terceros canales de base regional en Francia e Italia).
En España, a pesar de que no se crea un tercer canal, surgen las televisiones
de las Comunidades Autónomas en País Vasco, Cataluña y Galicia. En años
posteriores se crearán en otras comunidades autónomas.
3ª
Fase. De mitad de los
años 80 a principio de los 90: ante un nuevo panorama marcado por la
competencia entre las televisiones públicas y las nuevas cadenas nacionales
privadas, se congelan o reducen las actividades descentralizadas. En países
como España, las emisoras locales se constituyen a partir de pequeños
empresarios. . Actualmente: las desconexiones regionales recobran protagonismo;
nuevas experiencias de ámbito regional, local o micro-urbanas (ej., ciudades o
medios de transporte –metros,
Aeropuertos, autobuses,
etc.- que cuentan con televisiones propias).
LA
TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE
La generalización de
los satélites, unida a la digitalización de las señales, ha producido la
multiplicación exponencial de canales, la fragmentación de audiencias y el
surgimiento de nuevas formas de financiación: el abono mensual y el pago por
visión. A este nuevo escenario se vino a añadir, desde la segunda mitad de los años
90, el debate acerca de los cambios que traería aparejados la televisión
digital terrestre (TDT). Numerosos investigadores coinciden en señalar que la
televisión se encuentra ante el proceso de transición tecnológica más
importante de su historia, puesto que a partir de la digitalización de los
sistemas de televisión (producción, emisión y recepción de programas) emerge
una serie de posibilidades que puede llegar a terminar con la televisión hasta
hoy conocida.
La digitalización
permite, entre otras muchas cosas, incrementar notablemente el número de
programas, servicios y señales actualmente disponibles y mejorar la calidad de
las imágenes y del sonido. Si bien la mayor parte de los planes gubernamentales
sitúa como fecha límite para el “apagón analógico” entre los años 2006 y 2012,
un importante grupo de analistas califica a estas estimaciones demasiado
optimistas y considera que el “apagón” definitivo se producirá en un plazo mínimo
de entre 15 y 20 años.
TELEVISIÓN
E INTERNET
Desde finales de la
década de 1990 asistimos a la creciente relación que establecen los sistemas de
televisión digital con Internet. En el marco de esta relación los televidentes
se
Convierten cada vez más
en usuarios-consumidores que pagan distintos servicios interactivos; entre
éstos, actualmente, los más importantes son: el video bajo demanda, los
videojuegos en red y la tele compra. Miles de emisoras de televisión y
productoras se
han volcado a crear
sitios web en la Red.
Existe una gran
variedad de tipos de sitios que van desde simples páginas institucionales
hasta puntos a partir
de los cuales se puede acceder a la emisión en vivo o a determinados programas
de archivo. Muchas emisoras que emiten a través de Internet sólo existen en la
Red. En el marco de una Red que se ha ido expandiendo y comercializando rápidamente
en los últimos años, las empresas de televisión y las del mundo puntocom se han
ido relacionando a través de alianzas y fusiones. Por otro lado, es posible
observar cómo algunas televisiones o plataformas digitales de televisión
enriquecen sus canales y servicios con elementos interactivos limitados, por ejemplo
los SMS, mensajes de teléfonos móviles, a programas que son incorporados en el
desarrollo del mismo.
CONCLUSIÓN.
Es de todo punto
imposible intuir qué va a ser del mundo de la TV dentro de pocos años. Los
avances técnicos se van produciendo a tal velocidad que sólo podemos concluir
diciendo que quedamos a la espera de importantes descubrimientos que van a
transformar completamente nuestra forma de acercarnos a ese mundo de
información, cultura y entretenimiento.
ALGUNOS
DATOS Y RESUMEN.
Funcionamiento
Primero, una cámara
recibe la luz del escenario, la introduce en su sistema y una serie de lentes
la conducen a varios fotodiodos situados sobre un chip CCD. Ahí se transforma
la luz de la escena en una señal de video. A la vez, un micrófono capta el sonido
y lo transforma también en una señal eléctrica de audio. Ambas señales
combinadas son enviadas a un satélite y éste a la vez las envía a un receptor
que toma la señal a través de una antena, un satélite o por cable. El televisor
recibe las señales. Ahí, el conduce la señal de audio a un amplificador y a un
altavoz.
Televisión
Antigua
La aparición de la
televisión desplazó rápidamente la radio del salón al dormitorio, el cuarto de
baño o la cocina. El equipo que aparece en la fotografía de la izquierda,
presentando por Decca en la 19° Feria Nacional de Radio y Televisión en Londres
en 1952, combinaba radio con televisión en un solo mueble, el tamaño de la
pantalla permitía a grupos numerosos presenciar programos de éxito, como el
popular Show de Lucille Ball, del que se muestra una imagen a la derecha.
Televisión
A Color
La televisión en color
entró en funcionamiento en Estados Unidos y otros países en la década de 1950.
En México, las primeras transmisiones en color se efectuaron en 1967 y en la
década siguiente en España. Más del 90% de los hogares en los países
desarrollados disponen actualmente de televisión en color.
Televisión
En El Espacio
Televisión en el
espacio Las cámaras de televisión a bordo de las naves espaciales estadounidenses
transmiten a la tierra información espacial hasta ahora inaccesible. Las naves
espaciales Mariner, lanzadas por Estados Unidos entre 1965 y 1972, envió miles
de fotografías de Marte. Las series Ranger y Surveyor retransmitieron miles de
fotografías de la superficie lunar para su análisis y elaboración científica
antes del alunizaje tripulado (julio de 1969), al tiempo que millones de
personas en todo el mundo pudieron contemplar la emisión en color directamente
desde la superficie lunar.
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