Alfonso Augusto Barrantes (BIOGRAFÍA)
Alfonso Barrantes vivió
con su madre en la Provincia de San Miguel. Estudió Derecho en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, donde se vinculó con el Partido Aprista Peruano
con el cual discreparía para adherirse a las ideas socialistas de José Carlos
Mariátegui. Fue Presidente de la Federación de Estudiantes de San Marcos.
En 1980 fundó Izquierda
Unida, frente que unió a los diversos grupos de izquierda peruanos. Reconocido
popularmente con el apelativo de Frejolito, fue elegido Alcalde Metropolitano
de Lima en las elecciones de 1983. Ejerció el cargo entre 1984 y 1987,
realizando una gestión socialista que fomentó la instalación de comedores
populares en barrios marginales y obras de ayuda social, siendo importante su
programa del Vaso de leche para dar desayuno a los niños de las zonas
marginales de Lima. Otra gestión positiva de su período fue la refacción
integral de las pistas de la ciudad realizada en 1986.
En las elecciones
presidenciales de 1985, quedó en segundo lugar con su partido frente al líder
del APRA, Alan García; aunque debió realizarse una segunda vuelta, Barrantes
renunció a su candidatura al ver la cantidad de votos que le llevaba su
contrincante. Mantuvo una posición ambigua entre el apoyo y la oposición al
gobierno de éste y finalmente su partido se dividió en 1989 entre los
izquierdistas liderados por su ex teniente alcalde Henry Pease y sus propios
seguidores en la izquierda socialista. Este hecho llevó a un fracaso en las
elecciones generales de 1990, reuniendo ambos grupos poco más del 10% de los
votos.
Izquierda Unida se
disolvió definitivamente cuando en 1992 obtuvo una votación por debajo del
mínimo requerido para ser considerado Partido Político y Barrantes se retiró de
la vida política.
Falleció de cáncer en
La Habana, Cuba el 2 de diciembre de 2000. Sus restos descansan en el sector
Los Sauces del Cementerio Jardines de la Paz en el distrito de La Molina, Lima.
Alfonso Barrantes: El recordado ‘tío
frejolito’
Un 30 de noviembre de
1927, Alfonso Barrantes Lingán vio la luz en el pueblo de San Miguel, en la
verde Cajamarca. Este abogado de pequeña estatura, hablar pausado y muy galante
con las damas llegó al sillón municipal de Lima en 1983, considerado el primer
alcalde de izquierda de la capital. Huellas Digitales rememora sus 85 años a
través de fotografías históricas y algunos pasajes de la vida del conocido ‘tío
frejolito’.
Antes de ser el ‘tío
frejolito’ fue ‘El Cuervo’. Se ganó ese apelativo al guardar un riguroso luto
de 10 años por la muerte de su madre. De familia muy religiosa, aprendió
gracias a su abuelo los himnos religiosos, que cantaba en la iglesia del
pueblo. De adulto se confesó cristiano, la fe en Dios lo llevó a decir en
algunas oportunidades frases como: "Que Dios nos libre de la
intolerancia" o "Que sea lo que Dios y las bases de Izquierda Unida
quieran”.
‘El
tío frejolito’
Precisamente fue con el
apoyo de la Izquierda Unida, fundada en 1980, que llegó al sillón municipal
tres años después. Desde allí creó el programa nacional del Vaso de Leche, una
de sus obras más significativas. Para lograrlo tuvo que tocar muchas puertas, y
varios de sus partidarios fueron testigos de ello.
Fue por esos años donde
también se hizo conocido como “Frejolito”, sus seguidores decían que ese
apelativo lo pinta como un hombre popular, porque el frejol era el plato del
pueblo. Otros decían que era por su pequeña estatura. Lo cierto es que
Barrantes supo llegar a la gente, tanto así que es considerado como uno de los
mejores alcaldes de Lima y uno de los más honrados.
Su compañero y amigo
Henry Pease contaba admirado que "nadie ha podido presentar una denuncia
sobre su gestión. Él demostró que el camino de la honradez es el único que
tiene vigencia".
Pasado
aprista
Antes de ser partidario
de la izquierda nacional, perteneció a las filas de la estrella. Su tío Augusto
Lingán, dirigente de la base aprista en Cajamarca, se encargó de empaparlo hasta
que el joven Alfonso decidió inscribirse como militante. Ya en Lima cursó
estudios de Educación, Filosofía y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos; 10 años en total. Presidió la Federación Universitaria, en la época
en que el aprismo contaba con el apoyo unánime de los estudiantes.
Sin embargo, la mañana
del 8 de mayo de 1958, los estudiantes sanmarquinos mostraron su lado más
rebelde ante la visita del político norteamericano Richard Nixon. Entre ellos
estuvo Barrantes, y según cuenta la leyenda, fue él quien lanzó el escupitajo
al visitante del norte, motivo por el cual habría sido separado del partido
aprista. Al final, nadie pudo comprobarlo.
La
izquierda legal
En 1960 se inscribió en
el Partido Comunista Peruano y desde ese momento comenzó su historia en la
izquierda peruana. Al poco tiempo, este cajamarquino supo lo que era la
prisión. En 1963 ingresó en el penal El Frontón al ser considerado por los
altos mandos del Ejército de ese entonces “un subversivo que obedecía a las
órdenes del comunismo internacional”.
En 1978 fundó la Unión
Democrática Popular (UDP), pero dos años más tarde creó la Alianza
Revolucionaria de Izquierda para postular a la Alcaldía de Lima, pero no
prosperó. Fue con el apoyo de la Izquierda Unida, un frente que unió a los
diversos grupos de izquierda peruanos, que pudo llegar a la alcaldía de Lima.
Con el mismo partido en
1985 postuló a la Presidencia de la República, pero renunció a participar en la
segunda vuelta, dejándole la vía libre al líder aprista Alan García.
En 1990 volvió a ser
candidato presidencial, pero sin suerte. Dos años después la Izquierda Unida se
disolvió. Una de sus últimas apariciones políticas fue en 1996, cuando Alberto
Andrade lo llamó para presidir nuevamente el programa del Vaso de Leche de la
Municipalidad de Lima.
La
Paloma de ‘Frejolito’
Sin embargo, un cáncer
silencioso en el páncreas hizo que se alejara por completo de la vida pública.
Cuando se enteró de la noticia, cuenta su amigo el desaparecido periodista
Manuel Jesús Orbegozo, dijo: “Y ahora, ¿qué va ser de mi mamita?”, se refería a
doña Susana, su tía madre, quien siempre lo acompañó.
Orbegozo también
recuerda los viajes juntos y los desayunos en su casa de la urbanización La
Capullana en Surco, donde comía sus tres huevos con rocoto molido. Allí mismo
tenía una nutrida biblioteca, que luego fue donada a la Biblioteca Nacional, y
sus pinturas personales como la que le hizo el pintor ecuatoriano Osvaldo
Guayasamín.
Para muchos, Alfonso
Barrantes gozaba de grandes virtudes, entre ellas la galantería con las
mujeres. ¡Cómo no recordar a su entrañable amiga la cantante española Paloma
San Basilio! Una fotografía de 1984 delata la cercanía que había entre ambos.
Cada vez que venía a Lima lo visitaba y él la atendía lo mejor posible.
El 2 de diciembre del
2000, en la calurosa Cuba, dio su último suspiro. En el recuerdo quedará el
hombre que recorría con su vaso de leche en mano los barrios populares de Lima,
manejando su viejo Volkswagen celeste de los años 70, leyendo a César Vallejo o
cultivando rosas, sus otras pasiones.
Fuentes:
(María
Fernández Arribasplata)
Archivo
Histórico El Comercio
wikipedia.org.
Dijo don Alfonso Barrantes: "La cuestión de la victoria no es una cuestión personal, es una vocación colectiva. Yo, modestamente, soy la expresión de la voluntad de la victoria del pueblo peruano"
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